¿Qué le espera a tu alma en el cielo?
Y por esto también gemimos pues deseamos ser revestidos de aquella nuestra casa celestial… 2 Corintios 5:2 (RV 2020) Anhelamos y buscamos “algo mejor” cada día ¿cierto?, sin recordar que como hijos e hijas de Dios tenemos reservada una casa celestial. Nos desenfocarnos y olvidamos verdades eternas que nos permiten un mejor paso por nuestro día a día; y tu alma sufre, todos gemimos. No se angustie vuestro corazón. Creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay. Si así no fuera, yo os lo hubiera dicho. Voy, pues, a prepararos un lugar. Y una vez me haya ido y haya preparado lugar, vendré de nuevo y os llevaré conmigo, para que estéis también donde yo esté. Juan 14:1–3 (RV 2020) Y, ¿dónde está tu fe para no creer a las palabras de Jesús?, porque Él dice que nuestro corazón no se angustie; si creo en Dios debo creer en Jesús: Él volverá y nos llevará consigo, a moradas eternas en el cielo; allí donde Dios tiene Su casa, en la vida eterna (Mateo 25:46;