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Mostrando las entradas etiquetadas como Salvación

Anuncio silencioso de Su muerte

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  Así pues, todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.  1 Corintios 11:26 (RV 2020) ¿Qué anuncia la Cena del Señor cuando participamos de ella? Jesús murió por los pecadores (Romanos 5:7-8). ¿Y, hasta cuándo nos dice esto? Hasta el día que en Él vuelva (Apocalipsis 22:20). Cada domingo (el primer día de la semana) la iglesia se reúne para hacer este anuncio. El que da testimonio de estas cosas dice: —Ciertamente vengo pronto. ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.  Apocalipsis 22:20–21 (RV 2020) Sí, Él dejó Su testimonio de volver pronto por nosotros… Y, el ES y la iglesia (la Esposa) dicen: !Ven¡ El que oye, diga: !Ven¡ (verso 17). ¿Esperas Su regreso confiando en Su testimonio? Cada domingo un/a cristiano/a tiene el privilegio de anunciar Su pronta venida, al participar de la Cena del Señor. Cuando aún éramos débiles, a su tiempo, Cristo murió por los impíos. En r

Vivir para Sus propósitos

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Ahora está turbada mi alma. ¿Voy a decir: Padre, sálvame de esta tribulación? Pero si precisamente he venido para vivir esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: —Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez.  Juan 12:27–28 (RV 2020 Jesús oró el domingo antes de su muerte (el viernes), Él supo lo que le esperaba y estuvo dispuesto a hacer la voluntad de Dios (Hebreos 10:7); sufriría la agonía de la cruz, con todo el maltrato y castigo previos. Sí, esta fue la mayor prueba jamás enfrentada.  Por lo cual, al entrar en el mundo dice : Sacrificio y ofrenda no quisiste, mas me diste un cuerpo.   Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.   Entonces dije: «He aquí, vengo, Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí».  Hebreos 10:5–7 (RV 2020) Y, a pesar de todo Su sufrimiento, Jesús siguió adelante por redimir a los hombres de su pecado. Él honró la voluntad del Padre y se sometió en amor a ser humillado, al horrible

En presencia de mis angustiadores

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  Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.  Salmo 23:4–5 (RV 2020) Por su propia experiencia, el rey David supo que incluso durante las pruebas y persecuciones, Dios no sólo estuvo allí sino que había provisto para él; y, más bien en tiempos difíciles David se sintió extremadamente bendecido por Dios, ungido en Su voluntad, con gozo rebosante ante Él.  Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.  Salmo 23:6 (RV 2020) Cuando Absalón persiguió a David, Dios proveyó en Su providencia para él (2 Samuel 17:24-29), David y el pueblo que le seguía no estuvieron a la deriva en sus dificultades, al confiar en Dios tanto el bien y la misericordia le seguían, su confianza en Dios les permitió el sustento necesari

Jesús, promesa cumplida de Dios

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  La Palabra estaba en el mundo y el mundo fue hecho por medio de ella, pero el mundo no la conoció. Vino a lo suyo,  pero los suyos no la recibieron… Juan 1:10–11 (RV 2020) Jesús de Nazaret fue despreciado por los líderes judíos y rechazado por su pueblo. Al final, hartos de Su enseñanza se deshicieron de Él, crucificándolo. Fue arrestado en el huerto y juzgado injustamente; fue insultado, escupido y golpeado sin piedad antes de morir (Mateo 26:47-68). … Mas a todos los que la recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, hijos no engendrados de sangre ni por voluntad de carne ni por voluntad de varón, sino hijos de Dios.  Juan 1:12–13 (RV 2020) Cuando lo llevaron ante Poncio Pilato, el maltrato físico fue el cumplimiento de lo profetizado en Isaías 53; una corona de espinas, golpes y burlas (Mateo 27:1-31). Y, clavaron a Jesús en la cruz del Calvario… para seis horas de agonía. Su cuerpo fue puesto en una tumba (Mateo 27:32-66). Despreciado y