MATRIMONIO (I)

“Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán un solo ser.” Así que ya no son dos, sino un solo ser. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe nadie.

Mateo 19:5–6 (RVC)

Sólo Dios determina cómo una pareja puede unirse sin pecar. Fornicación es un pecado que lleva a la condenación eterna. Muchos viven así hoy. 

Dios tiene algo que decir a todos los que viven en el pecado. Porque nos ama. 

—> Su Palabra instruye, corrige y salva. 

—Establecido por Dios, en la Creación. 

Con la costilla que sacó del hombre, Dios el Señor hizo una mujer, y se la llevó al hombre. Entonces Adán dijo: «Ésta es ahora carne de mi carne y hueso de mis huesos; será llamada “mujer”, porque fue sacada del hombre.»

Génesis 2:22–23 (RVC)

—El hombre no debe estar solo, no es bueno. 

Después Dios el Señor dijo: «No está bien que el hombre esté solo; le haré una ayuda a su medida.

—Génesis 2:18 (RVC)

—Esta unión es permanente, requiere lealtad de ambos. 

Porque el Señor y Dios de Israel, el Señor de los ejércitos, claramente ha dicho que aborrece el divorcio y a quienes encubren su iniquidad. Tengan, pues, cuidado con su propio espíritu, y no sean desleales. 

—Malaquías 2:16 (RVC)

—Unión para toda la vida. 

De acuerdo con la ley, la mujer casada está ligada a su esposo mientras éste vive; pero si su esposo muere, queda en libertad de casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor. 

—1 Corintios 7:39 (RVC)

—Condición honrosa (sin pecar) entre el hombre y la mujer. 

Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

—Hebreos 13:4 (RVR60)

—Y tan especial, que se le compara con Cristo y su iglesia. 

Ustedes, las casadas, honren a sus propios esposos, como honran al Señor; porque el esposo es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 

—Efesios 5:22–23 (RVC)

Muchos no quieren limitaciones para su estilo de vida. Para agradar a Dios con mi vida debo hacer Su voluntad. 

Sólo Dios nos lleva por el camino correcto, en Su amor por nosotros.

—> Él nos instruye para no pecar. 

… pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.

1 Corintios 7:2 (RVR60)

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