TOMA LO QUE NECESITAS (II)

Señor, mi Dios, tú mantienes mi lámpara encendida; ¡tú eres la luz de mis tinieblas! ¡Con tu ayuda, mi Dios, puedo vencer ejércitos y derribar murallas! 

Salmo 18:28–29 (RVC)

Todos necesitamos seguridad. Enfrentar los obstáculos y luchas de la vida con confianza. Que vamos por buen camino. 

Sólo Dios nos permite ser guiados a través de condiciones difíciles cada día. 

—> Él es Libertador, Defensor, Roca, y Salvación. 

—Un abrigo que brinda confianza. 

El que habita al abrigo del Altísimo 

y se acoge a la sombra del Omnipotente, dice al Señor: «Tú eres mi esperanza, mi Dios, ¡el castillo en el que pongo mi confianza!» 

—Salmo 91:1–2 (RVC)

—Dios es luz, salvación y mi fortaleza. 

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién podría yo temer? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿quién podría infundirme miedo? 

—Salmo 27:1 (RVC)

—Compañía que brinda esperanza. 

Es un hecho: los que se alejan de ti perecerán; ¡tú destruirás a todos los que de ti se aparten! En cuanto a mí, ¡qué bueno es estar cerca de ti! ¡En ti, Señor, he puesto mi esperanza para proclamar todas tus obras! 

—Salmo 73:27–28 (RVC)

—Su paz nos acompaña en Su voluntad. Podemos estar tranquilos, sin temor. 

La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo. 

—Juan 14:27 (RVC)

—Esforzados y valientes ante todo. Mandato de Dios, con Su compañía. 

Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas.

—Josué 1:9 (RVC)

—Su guía me procura una vida mejor.

El Señor es mi pastor; nada me falta. En campos de verdes pastos me hace descansar; me lleva a arroyos de aguas tranquilas. Me infunde nuevas fuerzas 

y me guía por el camino correcto, para hacer honor a su nombre. 

—Salmo 23:1–3 (RVC)

Toma lo que necesitas. Enfrenta cada situación difícil con la mejor compañía, respuesta y persona: Dios. 

Sólo Él mantiene tu luz encendida en cada dificultad  o situación presente. 

—> Con Su ayuda puedo vencer. 

Mi Señor y Dios, tú eres mi roca, mi defensor, ¡mi libertador! Tú eres mi fuerza y mi escudo, mi poderosa salvación, mi alto refugio. ¡En ti confío! 

Salmo 18:2 (RVC)

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