PECAR DE PALABRA (1)

Pero yo les digo que, en el día del juicio, cada uno de ustedes dará cuenta de cada palabra ociosa que haya pronunciado. 

Mateo 12:36 (RVC)

Hay diferentes formas como el hombre falla y peca. Muchos son los pecados que proceden de las palabras que usamos. 

Nuestras palabras importan, pueden hacer el bien; pero también pueden hacer daño. 

—> Debo hablar para agradar a Dios. 

—No pecar con palabra que murmura. 

Háganlo todo sin murmuraciones ni peleas, para que sean irreprensibles y sencillos, e intachables hijos de Dios en medio de una generación maligna y perversa…

—Filipenses 2:14–15 (RVC)

—No ser condenado por murmurar. 

Ni murmuren, como algunos de ellos lo hicieron, y perecieron a manos del destructor. Todo esto les sucedió como ejemplo, y quedó escrito como advertencia para nosotros…

—1 Corintios 10:10–11 (RVC)

—Hablar verdad, desechar la mentira. 

Por eso cada uno de ustedes debe desechar la mentira y hablar la verdad con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. 

—Efesios 4:25 (RVC)

—Mentirosos al lago de fuego y azufre. 

Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los que incurren en inmoralidad sexual, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. 

—Apocalipsis 21:8 (RVC)

—No usar lenguaje sucio, conversación obscena. 

No pronuncien ustedes ninguna palabra obscena, sino sólo aquellas que contribuyan a la necesaria edificación y que sean de bendición para los oyentes. 

—Efesios 4:29 (RVC)

—Mis palabras pueden obrar mi condenación o mi justificación. 

Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. 

—Mateo 12:37 (RVR60)

Necesitamos tomar muy en serio la advertencia de nuestro Señor. Cada uno daremos cuenta de nuestras palabras. 

Un cristiano debe estar comprometido en obrar la voluntad de Dios. Siempre. 

—> Busco agradar a Dios con mis palabras. 

Todos cometemos muchos errores. Quien no comete errores en lo que dice, es una persona perfecta, y además capaz de dominar todo su cuerpo. 

Santiago 3:2 (RVC)

#losolivosiglesiadecristo 

#losolivosidc