EXPIACIÓN DEL PECADO

Pero lejos esté de mí el jactarme, a no ser en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. 

Gálatas 6:14 (RVC)

Por amor y la misericordia de Dios Cristo hace expiación por nuestros pecados. 

La justicia de Dios aplicada a la injusticia del hombre por Su Gracia. 

—> En la sangre de Cristo Dios nos limpia del pecado.  

—Justicia de Dios aplicada en Su redención. 

… pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que proveyó Cristo Jesús, a quien Dios puso como sacrificio de expiación por medio de la fe en su sangre. Esto lo hizo Dios para manifestar su justicia, pues en su paciencia ha pasado por alto los pecados pasados…

—Romanos 3:24–25 (RVC)

—Dios justifica al que cree en Jesucristo. 

… para manifestar su justicia en este tiempo, a fin de que él sea el justo y, al mismo tiempo, el que justifica al que tiene fe en Jesús. 

—Romanos 3:26 (RVC)

—Irreprensibles en Jesucristo y Su salvación. 

Así se ha confirmado en ustedes el testimonio acerca de Cristo, de tal manera que nada les falta en ningún don, mientras esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, el cual también los confirmará hasta el fin, para que sean irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 

—1 Corintios 1:6–8 (RVC)

—Cristo murió por nuestros pecados. 

En primer lugar, les he enseñado lo mismo que yo recibí: Que, conforme a las Escrituras, Cristo murió por nuestros pecados…

—1 Corintios 15:3 (RVC)

—Dios nos libró de una muerte tan grande. 

Pero la sentencia de muerte que pendía sobre nosotros fue para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; y él nos libró, y nos libra, y aún tenemos la esperanza de que él seguirá librándonos de tal peligro de muerte…

—2 Corintios 1:9–10 (RVC)

—Cristo tiene un sacerdocio inmutable para salvar. 

… pero Jesús tiene un sacerdocio inmutable porque permanece para siempre. Por eso, también puede salvar para siempre a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos. 

—Hebreos 7:24–25 (RVC)

—Morada eterna con Él, allá en los cielos. 

En la casa de mi Padre hay muchos aposentos. Si así no fuera, ya les hubiera dicho. Así que voy a preparar lugar para ustedes. Y si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez, y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, también ustedes estén. 

—Juan 14:2–3 (RVC)

Para alcanzar todos Sus beneficios, Cristo expió nuestros pecados. 

Somos justicia de Dios mediante la sangre de Cristo, justos en Él. 

—> El amor de Dios nos alcanzó a través de Su Hijo. 

Por eso le era necesario ser semejante a sus hermanos en todo: para que llegara a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiara los pecados del pueblo. 

Hebreos 2:17 (RVC)

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