Feliz bendición, ayudando

 


Siempre os he enseñado que a los necesitados se les ayuda trabajando como he trabajado yo, y recordando las palabras del Señor Jesús, que dijo: «Hay más bendición en dar que en recibir». 

Hechos 20:35 (RV 2020)


En la enseñanza de Jesús, dar no sólo significa que es agradable a Dios, también que quien da obtiene bendiciones. Porque Dios encuentra gozo al dar y ser proveedor de las necesidades de sus criaturas. 


Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos y hace llover sobre justos e injustos.

Mateo 5:44–45 (RV 2020)


Un cristiano se goza en trabajar por ayudar a sus hermanos y a todos. Jesús no tuvo queja por quienes quitaron su tiempo de descanso (Marcos 6:30-44). Él nos dejó ejemplo, al cuidar de nosotros (Filipenses 2:1-11). 


Ahora, por tercera vez estoy preparado para ir a visitaros; y no os seré una carga, porque no busco vuestros bienes, sino a vosotros, pues no son los hijos los que deben atesorar para los padres, sino los padres para los hijos. Y yo, de buenísima gana, me gastaré, y me sobre gastaré por vuestras almas, aunque al amaros más, sea amado menos. 

2 Corintios 12:14–15 (RV 2020)


Si das a las necesidades de otros, obras para Jesús (Mateo 25:31-46). Cuando damos de nosotros, retribución y beneficios espirituales acompañan a nuestro deseo de hacer el bien. 


El deseo de los justos es solamente el bien; la esperanza de los malvados, el enojo. Hay quienes reparten y les es añadido más, y hay quienes retienen más de lo justo y acaban en la miseria. El alma generosa será prosperada: el que sacie a otros, también él será saciado. 

Proverbios 11:23–25 (RV 2020)


En un mundo donde reina el egoísmo, no sorprende que tantas personas vivan infelices. El dador resulta más dichoso, viviendo en amor, imitando a Dios como hijo amado. 


Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y vivid en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios. 

Efesios 5:1–2 (RV 2020)


¿Somos “dadores felices” en el servicio que damos por los demás? Uno de los propósitos de ofrendar cada primer día de la semana: dar con alegría. 


Esto os digo: El que siembra escasamente, también cosechará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también cosechará. Que cada uno dé como haya propuesto en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama a quien da con alegría.

2 Corintios 9:6–7 (RV 2020)


Gozo y privilegio del cristiano el dar para las necesidades físicas entre los Santos. ¡Gracias a Dios!


Porque yo doy testimonio de que, conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, han sido generosos. Con insistencia nos rogaban que les concediéramos el privilegio de participar en este servicio para los creyentes.

2 Corintios 8:3–4 (RV 2020)


#losolivosiglesiadecristo

#losolivosidc

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sana doctrina apostólica

Feliz cumplimiento de nuestra esperanza

Mi sana comunión con Dios