Velar y permanecer firme en la fe

 

Velad, permaneced firmes en la fe, sed fuertes y valientes. Hacedlo todo con amor. 

1 Corintios 16:13–14 (RV 2020)

La fuerza y el valor no están separados del acto de amor. Un cristiano no es tímido, como soldado de Cristo se mantiene firme. Corre y no se retira, hace lo correcto para Cristo y para otros cristianos. En amor, debemos velar y mantenernos firmes, confiando en Dios. 

Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos. 

Proverbios 3:5–8 (RVR60)

Para hacer Su voluntad no debemos confiar en nuestros esfuerzos y capacidad personal. No como Judá y sus pastores que se desviaron para su propio mal, si intentamos esto, fracasaremos.

Porque los pastores se han vuelto necios y no han buscado al Señor; 

por eso, no han prosperado y se ha dispersado todo su rebaño. Un fuerte rumor, un gran alboroto, viene de la tierra del norte, para convertir en soledad todas las ciudades de Judá, en guarida de chacales. ¡Conozco, Señor, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos!

Jeremías 10:21–23 (RV 2020)

No debemos permanecer en filosofías y la sabiduría humana(1 Corintios 1:18-31), sólo conducirá a la ruina. Antes, debemos “permanecer firmes en la fe”. Con la Palabra de Dios, como una lámpara a nuestros pies y una luz a nuestro camino. 

Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Juré y ratifiqué Que guardaré tus justos juicios. 

Salmo 119:105–106 (RVR60)

En Cristo podemos defender firmemente la verdad y la justicia. Nos oponemos a Satanás y las tentaciones que nos lanza (1 Pedro 5:8-9). Para mantenernos firmes en la fe debemos conocer la fe, dedicar tiempo y atención al aprendizaje de la Palabra de Dios y luego decidir el vivir de acuerdo con ella.

Y que el Señor multiplique y haga abundar el amor entre vosotros y hacia los demás, así como también nosotros os amamos a vosotros; para que se afiancen vuestros corazones, y seáis santos e irreprochables delante de Dios nuestro Padre el día que venga nuestro Señor Jesucristo con todos sus fieles. 

1 Tesalonicenses 3:12–13 (RV 2020)

Firmes en la fe y velando esperamos al Salvador, quien transformará nuestra naturaleza para ser semejantes a Su gloria, y no sólo eso, sino que estamos en Cristo como ciudadanos del cielo. 

Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. Él transformará nuestro mísero cuerpo en un cuerpo glorioso semejante al suyo, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. Así que, hermanos míos, amados y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos firmes en el Señor amados míos. 

Filipenses 3:20–4:1 (RV 2020)

Mantengo mi posición espiritual firme, defendiendo la verdad y la justicia. Si cedo un poco frente al adversario terminaré devorado por él. Por eso, debemos velar y estar firmes en la fe. 

Sed sensatos y estad atentos, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. Resistidlo firmes en la fe, pues sabéis que vuestros hermanos alrededor del mundo están experimentando los mismos sufrimientos.

1 Pedro 5:8–9 (RV 2020)

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