La recompensa de la fe

 

… porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo, y esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe. 

1 Juan 5:4 (RV 2020)

La incredulidad nunca complace a Dios (Hebreos 11:6). Los cristianos debemos seguir creciendo en Cristo y ser fieles en cada área de nuestras vidas. Si caemos “imitando el mismo ejemplo de la desobediencia” (con la falta de fe), nos perderemos (Hebreos 4:11).

Por tanto, aún queda un reposo para el pueblo de Dios, porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga imitando el mismo ejemplo de la desobediencia. 

Hebreos 4:9–11 (RV 2020)

José se negó a pecar contra Dios cuando su fe fue puesta a prueba (Génesis 39:6-9). Moisés eligió sufrir por hacer la voluntad de Dios en lugar de pecar contra Dios, valoraba la voluntad de Dios más que cualquier riqueza (Hebreos 11:24-26). Hay que  ser humildes y no jactarnos con arrogancia para no caer de la fe.

En lugar de eso, deberíais decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». Vosotros, en cambio, os jactáis con arrogancia, y tal clase de jactancia es mala. El que sabe hacer lo bueno y no lo hace, comete pecado. 

Santiago 4:15–17 (RV 2020)

La fe será juzgada por Dios (Santiago 1:2-4; 1 Pe. 1:6-9). Se pondrá a prueba por la tentación de hacer lo que Dios prohíbe, y por la tentación de no hacer lo que Dios quiere (Santiago 1:12-16).  Pablo y Bernabé enseñaron del esfuerzo necesario por entrar en el reino de Dios, exhortando a permanecer en la fe.

Después de anunciar el evangelio en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, fortaleciendo los ánimos de los discípulos y exhortándolos a que permanecieran en la fe y enseñándoles que para entrar en el reino de Dios nos es necesario pasar por muchas tribulaciones.

Hechos 14:21–22 (RV 2020)

Cuando te resistes a la tentación revelas tu fe y tu carácter cristiano; agradas a Dios. Porque eres “nacido de Dios” (1 Juan 5:4) puedes vencer al mundo. Ganar el cielo obrando tu fe es la recompensa que alcanzas por tu fe en acción, gracias a Jesucristo.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. 

Hebreos 11:6 (RV 2020)

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