Seguir la fe

 

Huye también de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

2 Timoteo 2:22 (RV 2020)

Cuando Pablo le dijo a Timoteo que "siguiera... la fe", hablaba con alguien que ya tenía "una fe sincera" (2 Timoteo 1:5). Los cristianos debemos progresar en nuestra (Filipenses 1:25). El servicio del apóstol Pablo proveyó este beneficio a las iglesias. Nos sirve hoy para nuestro provecho espiritual.

Pero si el vivir en este cuerpo resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Entre las dos posibilidades estoy en un dilema. Por un lado tengo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero, por otro lado, para el bien de vosotros, es más necesario que yo siga con vida. Y confiado en esto, sé que me quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y alegría de vuestra fe.

Filipenses 1:22–25 (RV 2020)

Los cristianos siguen su fe para abundar en ella (2 Corintios 8:7), para crecer se dan a sí mismos por el servicio al Señor Jesucristo, a través de buena obras; abundan en amor ofrendando, mostrando su desarrollo espiritual con entusiasmo.

Y, sin nosotros esperarlo, incluso se dieron a sí mismos, primero al Señor y luego a nosotros, por la voluntad de Dios. Por eso le pedimos a Tito, que acabara esta obra de gracia que él había comenzado entre vosotros. Por lo tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en conocimiento, en entusiasmo y en vuestro amor por nosotros, abundad también en esta gracia.

2 Corintios 8:5–7 (RV 2020)

Seguir la fe implica crecer extremadamente en la fe (2 Tesalonicenses 1:3), ser ricos en fe (Santiago 2:5) sin limitar el aumento de mi fe personal en Dios. Porque Dios me escogió para ser heredero de Su reino.

Amados hermanos míos, escuchad: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que lo aman?

Santiago 2:5 (RV 2020)

Entonces, seguir la fe requiere compromiso personal. Cuando los apóstoles le pidieron a Jesús que aumentara su fe, les dió una lección sobre ser siervos fieles (Lucas 17:5-10). Debemos comprometernos a servir la voluntad de Jesús en lugar de a nosotros mismos. 

¿Por qué me llamáis «Señor, Señor» y no hacéis lo que yo digo?

Lucas 6:46 (RV 2020)

Cuando hagamos la voluntad de Cristo, nuestra fe crecerá. Este compromiso de crecer en la fe se aprecia en 2 Pedro 1:5-11, se ordena al cristiano que fortalezca diligentemente su fe a través del crecimiento espiritual. 

Por tanto, hermanos, procurad mucho más (por buenas obras) fortalecer vuestra vocación y elección, pues al hacerlo, jamás caeréis. De esta manera os será otorgada amplia entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 

2 Pedro 1:10–11 (RV 2020)

Si no crecemos en nuestra fe, corremos el peligro de desarrollar un "corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo" (Hebreos 3:12, VRV60). Cristiano, sigue tu fe para crecer en ella, que sea más y más grande en la obediencia y el servicio a Cristo.

Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por vosotros. Es justo hacerlo, porque vuestra fe va creciendo y el amor que os tenéis unos a otros es cada vez más grande.

2 Tesalonicenses 1:3 (RV 2020)

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