La Gracia de Dios

 


Pero eso a mí no me preocupa, pues no considero mi vida de mucho valor, con tal de que pueda terminar con gozo mi carrera y el ministerio que el Señor Jesús me encomendó, de hablar del evangelio y de la gracia de Dios. 

Hechos 20:24 (RV 2020)


Tan importante como para disfrutarlo e invertir tu vida, hablando de Su Gracia. El gozo es la motivación coherente de servir al Señor, enseñando el Evangelio. El esfuerzo y sacrificio personal son un regalo maravilloso, de la Gracia de Dios.


La mano del Señor estaba con ellos y un gran número creyó y se convirtió al Señor. Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía. Cuando Bernabé llegó y vio el resultado de la gracia de Dios, se llenó de alegría y animaba a todos a permanecer fieles al Señor, con todo el fervor de su corazón.

Hechos 11:21–23 (RV 2020)


Gracia siempre es la mejor dirección del mensajes divino, porque contiene la esencia del Evangelio. Por ello, la Gracia de Dios está dibujada en el interior del NT, representa el corazón del Evangelio. Y son muy buenas noticias para todos.


Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios que habitar donde reside la maldad, porque sol y escudo es Dios el Señor; gracia y gloria dará el Señor. No quitará el bien 

a los que andan en integridad. 

Salmo 84:10–11 (RV 2020)


Desde el AT, el salmista nos presenta las mejores elecciones al acercarte a Dios, en proporción de tiempo y resolución de santidad. Porque Él da guía y seguridad; Su Gracia y Gloria provienen de Su presencia, asegura el bien al que es fiel.


En aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén. Pero sobre la casa de David y los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de oración. Mirarán hacia mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por el hijo unigénito, y se afligirán por él como quien se aflige por el primogénito.

Zacarías 12:9–10 (RV 2020)


Tanto en el anuncio como en el acto de la muerte de Jesús, desde el antiguo pacto Dios señala que derrama Su Gracia, en el cumplimiento de Su promesa a través de la muerte de Su Hijo. Acto de amor, y mensaje de salvación en el Evangelio.


Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la Ley y los Profetas: la justicia de Dios por medio de la fe de Jesucristo, para todos y sobre todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. Pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.

Romanos 3:21–24 (RV 2020)


La justicia de Dios testificada desde el AT permite que seamos “justificados gratuitamente por su gracia”. Dios dió Su redención en Jesucristo porque todos estamos destituidos de Su gloria a causa del pecado. Todos igualmente.


Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no procede de vosotros, sino que es don de Dios. No es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.

Efesios 2:8–9 (RV 2020)


La Gracia de Dios es gratuita para todas las personas, que no la merecen. Yo soy una de esas personas. Y tú también. No puedes ganarla, porque es don de Dios. Además es simplemente personal, no se involucra con otra persona, sólo contigo.


Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con la humanidad, nos salvó, no en virtud de obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia. Y lo ha hecho por medio del lavamiento que nos permite nacer de nuevo y por la renovación del Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, tengamos la esperanza de ser herederos de la vida eterna. 

Tito 3:4–7 (RV 2020)


Su amor perfecto se manifestó a todos en Jesucristo, Dios usó Su Misericordia para con nosotros a través de obedecer al mensaje del Evangelio, y lavados del pecado renacimos; justificado por Su Gracia soy heredero de la vida eterna.


Por eso, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos a que no recibáis la gracia de Dios en vano. Porque él dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. Ahora es el tiempo aceptable; ahora es el día de salvación. 

2 Corintios 6:1–2 (RV 2020)


Dios hizo que todo sea propicio para llevarnos al cielo. ¿Hasta cuánto? Mira el Calvario y lo verás, Dios entregó a su Hijo como prueba de que espera por ti y por mí.  Hoy es el día de salvación, si aún no eres salvo(a). Así es Su Gracia.  


… por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. Pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.

Romanos 3:23–24 (RV 2020)


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