Sin ninguna condena

 

Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.

Romanos 8:1 (RV 2020)

En la Biblia, la referencia a andar está ligada a cómo vives. En Cristo sí es posible vivir conforme al Espíritu de Dios.  ¿Te molesta tu conciencia, te atormenta en este punto de tu vida? ¿Deseas ser libre de todo esto? Puedes.

Pero gracias a Dios que, aunque erais siervos del pecado, habéis obedecido de corazón al modelo de enseñanza que os transmitieron; y una vez liberados del pecado, llegasteis a ser siervos de la justicia.

Romanos 6:17–18 (RV 2020)

El cambio de 180 grados (ir en dirección opuesta a la anterior) es posible, gracias a Dios. Obedeciendo de corazón el modelo dado por Dios en el Evangelio de Jesucristo; al hacerlo, tu condición de vida cambia. Sin ninguna condena.

Pero el que se fija atentamente en la ley perfecta, la de la libertad, y persevera en ella, y no es un oidor olvidadizo sino que la pone en práctica, será dichoso en lo que hace. 

Santiago 1:25 (RV 2020)

Debo conocer la voluntad de Dios, en la perfecta ley del Evangelio (la ley de Cristo); perseverar con la práctica activa, “caminando” o viviendo en ella. Siendo participante de Sus beneficios.

En él tenemos redención por su sangre, 

el perdón de pecados. Y esto es posible por las riquezas de su gracia, que derramó abundantemente sobre nosotros llenándonos de toda sabiduría y entendimiento. 

Efesios 1:7–8 (RV 2020)

Una conciencia tranquila es el mayor gozo del cristiano. El perdón de pecados por el sacrificio de Jesús produce una buena conciencia; librándonos del pecado y otorgándonos paz con Dios y con nosotros mismos. 

Y se valdrá de toda clase de mentiras perversas para engañar a los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la iniquidad. 

2 Tesalonicenses 2:10–12 (RV 2020)

Algunos no reciben el amor de la verdad de Dios, creyendo la mentira del mundo no pueden creerle a Dios; porque “se complacieron en la iniquidad”; ellos no serán sin condena (Romanos 8:1). Pero, este regalo sí puede ser tuyo en Cristo.

Vosotros, que lo amáis sin haberlo visto, y que creéis en él aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso, pues estáis alcanzando la meta de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. 

1 Pedro 1:8–9 (RV 2020)

Alcanzo la salvación que Jesús me preparó con una fe viva; amándolo y creyendo en Él sin haberlo visto. Creo y alcanzo fe a través de la Palabra de Dios (Romanos 10:17). ¿Listo para ser salvo, sin condenación? Dios te llama.

Porque la gracia de Dios ha sido revelada para la salvación de toda la humanidad. Esta gracia nos enseña que, al renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en estos tiempos de manera sobria, justa y piadosamente, mientras aguardamos el feliz cumplimiento de nuestra esperanza y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

Tito 2:11–13 (RV 2020)

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