Actitudes de una comunión con Dios

 


Porque así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: «Yo habito en la altura y la santidad, pero habito también con el quebrantado y humilde de espíritu, para reavivar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados. 

Isaías 57:15 (RV 2020)


Dios provee fuerzas y vida a los humildes, a todos los quebrantados que necesitan de Él, todos hemos estado allí (o lo estaremos pronto); en un mundo que vive en el pecado, caer de pronto por la maldad e injusticia humana es común.


Señor, ¿quién habitará en tu tabernáculo?, ¿quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia; el que habla verdad en su corazón; el que no calumnia con su lengua ni hace mal a su prójimo ni admite reproche alguno contra su vecino…

Salmo 15:1–3 (RV 2020)


David muestra las actitudes de quien va a alcanzar comunión con Dios; no dice que esto sea imposible. Habitar con Él (en Su presencia), morar con Él (vivir de continuo en Sus propósitos) es posible. Debo obrar Su justicia, siendo íntegro.


Porque no voy a estar siempre con pleitos, ni continuamente enojado, pues decaerían ante mí el espíritu y las almas que yo he creado. Por la iniquidad de su codicia me enojé y lo herí, escondí mi rostro y me indigné; pero él, rebelde, siguió por el camino de su corazón. 

Isaías 57:16–17 (RV 2020)


¿Quién puede ser un “enemigo de Dios”, quién podrá resistir Su enojo? Él nos revela que no podemos, ante Su justo juicio “decaerían ante mí el espíritu y las almas que yo he creado”. Pero, muchos en el pecado viven rebeldes ante Dios.


… aquel a cuyos ojos el indigno es menospreciado, pero honra a los que temen al Señor; el que no se retracta de lo que jura, aunque salga perjudicado; quien su dinero no dio a usura ni contra el inocente admitió soborno. El que hace estas cosas, no resbalará jamás. 

Salmo 15:4–5 (RV 2020)


Hay actitudes y acciones que Dios requiere de aquellos con quienes compartirá Su comunión; deben ser humildes, íntegros y practicar Su justicia (Isaías 57:15). Si tu plan es no “resbalar jamás” con tu vida, oye a Su voz (Salmo 15).


Este es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: Dios es luz, y en él no hay ninguna oscuridad. Si decimos que tenemos comunión con él y andamos en oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado. 

1 Juan 1:5–7 (RV 2020)


Debo vivir en integridad, obrar justicia y andar en verdad; en luz, con Su Palabra (1 Juan 1:5-7). Si vivo en oscuridad y creo tener comunión con Dios, miento. Debo vivir en Su luz por Jesucristo; Él me sana del pecado, cuida y provee de Su paz.


He visto sus caminos, pero lo sanaré y lo pastorearé; le daré consuelo a él y a sus enlutados. Produciré fruto de labios: Paz, paz para el que está lejos y para el que está cerca», dice el Señor. «Yo lo sanaré». 

Isaías 57:18–19 (RV 2020)


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