Beneficios de saber perdonar

 


Señor, si miras los pecados, ¿quién, Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado. 

Salmo 130:3–4 (RV 2020)


Sigo el ejemplo de Dios al perdonar, Él perdona nuestros pecados en Cristo (Efesios 4:32); ¿por qué no seguir Su ejemplo?; para todos, hay beneficios en saber perdonar. Nadie puede vivir sin el perdón de Dios, ni tampoco sin recibirlo de ti.


Por tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vestíos de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. Del mismo modo que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

Colosenses 3:12–14 (RV 2020)


En Cristo, al obedecer el Evangelio que provee salvación, somos “escogidos de Dios, santos y amados”, en esta relación de amor debo perdonar a otros; Él me perdonó en Su amor. Vivir en el vínculo correcto de amor por otros, perdonando.


Habéis oído que fue dicho a los antiguos: No matarás, y cualquiera que mate será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga «Necio» a su hermano, será culpable ante el Concilio; y cualquiera que le diga «Fatuo», quedará expuesto al infierno de fuego. 

Mateo 5:21–22 (RV 2020)


Desde el AT, en la ley de Moisés, Dios estuvo señalando la culpa al que hiciera daño a su prójimo. Jesús explica que somos culpables sin ser homicidas; por el enojo, menosprecio y maltrato verbal hacia otros. Necesito perdonar y el perdón.


Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí mismo, delante del altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y después vuelve al altar y, entonces sí, presenta tu ofrenda.

Mateo 5:23–24 (RV 2020)


Además, se necesita (buscar el perdón y perdonar) si deseo presentarme en acto de adoración ante Dios. Mi corazón está impedido de ir ante Su Majestad si no estoy reconciliado con mi hermano. Si deseo recibir Su perdón, debo perdonar.


Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén. Por tanto, si perdonáis a los demás sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los demás sus ofensas, tampoco vuestro Padre os las perdonará a vosotros. 

Mateo 6:12–15 (RV 2020)


El perdón contrarresta y destruye “toda amargura, enojo, ira, gritería, calumnias y toda malicia”. Necesitamos participar activamente en brindar bondad, perdón y misericordia, como lo aprendemos de Dios; en Cristo Él nos da el perdón de pecados.


Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, calumnias y toda malicia. Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, y perdonaos unos a otros, como Dios también os perdonó en Cristo. 

Efesios 4:31–32 (RV 2020)


¿Con qué frecuencia debería perdonar a otro por sus faltas contra mí? Siempre, sin ninguna limitación. (Mateo 18:21-35; Lucas 17:3-4). Este es el gran beneficio de participar del perdón, como lo aprendemos de Dios. Su perdón es Fiel.


Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve a y habla a solas con él para hacerle ver su falta; si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Pero si no te escucha, insiste llevando contigo una o dos personas más, para que sean testigos de todo lo que se dice. Si no los escucha a ellos, dilo a la iglesia; y si no escucha a la iglesia, tenlo por gentil y recaudador de impuestos.

Mateo 18:15–17 (RV 2020)


Entonces, no basta con tu disposición de perdonar a otros sus faltas, todos fallamos alguna vez, no somos sin pecado (1 Juan 1:10). Debemos buscar el perdonar, Jesús dijo: “si tu hermano peca contra ti, ve a buscarlo”. Hagámoslo.


¡Tened, pues, cuidado! Si tu hermano peca contra ti, repréndelo; y si se arrepiente, perdónale. Y si siete veces al día peca contra ti y siete veces al día vuelve a ti y te dice «Me arrepiento», perdónale. 

Lucas 17:3–4 (RV 2020)


#losolivosiglesiadecristo

#losolivosidc

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sana doctrina apostólica

Feliz cumplimiento de nuestra esperanza

Mi sana comunión con Dios