Eternamente, Dios nuestro
… nosotros, sin embargo, no tenemos más que un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas y a quien nosotros pertenecemos. Y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas y nosotros por medio de él.
1 Corintios 8:6 (RV 2020)
Nunca hubo un tiempo en que Dios no existiera. Existió eternamente antes de todas las cosas y es Creador; quien sustenta todas las cosas. Su objeto de cuidados es: la existencia humana. Así, “no tenemos más que un Dios”, el Padre.
Cada vez que aquellos seres vivientes daban gloria y honra y acción de gracias al que estaba sentado en el trono, al que vive para siempre jamás, los veinticuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado en el trono y adoraban al que vive para siempre jamás, y echaban sus coronas delante del trono, y decían: —Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
Apocalipsis 4:9–11 (RV 2020)
Sólo Dios el Padre es digno de toda alabanza celestial, “gloria y honra y acción de gracias” son elevadas a Su Majestad, “al que vive para siempre jamás”. ¿Cómo no tener una vida en comunión con Él, según Su voluntad?
Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y que nuestra comunión sea con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea completo.
1 Juan 1:3–4 (RV 2020)
Sí, es posible vivir en comunión con el Padre, nuestro Dios eterno; y que el gozo de participar de Jesucristo esté completo. En Su Palabra aprendo los beneficios espirituales de mi relación con Él, a través del Evangelio de Cristo.
Si decimos que tenemos comunión con él y andamos en oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado.
1 Juan 1:6–7 (RV 2020)
Al obedecer el Evangelio es posible (por la sangre de Cristo) ser limpio de pecado y andar en Su luz. Dios sustenta todas las cosas; porque está sobre todas las cosas (Efesios 4:6), puedo confiar que enviará Su Misericordia y Su verdad.
Ten misericordia de mí, Dios, ten misericordia de mí, porque en ti ha confiado mi alma y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos. Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece. Él enviará desde los cielos ayuda y me salvará de la infamia del que me acosa. Dios enviará su misericordia y su verdad.
Salmo 57:1–3 (RV 2020)
El eterno Dios puede preservar tu alma. Alabado sea siempre mi “Dios que me favorece”, Él envía ayuda y me salva en Cristo; vida eterna y salvación a través de la fe en Él. ¿Sin ayuda y protección, sin guía y seguridad? El Padre eterno espera por ti.
Hay un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que está por encima de todos, actúa por medio de todos y está en todos.
Efesios 4:5–6 (RV 2020)
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