Dios proveedor
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Mateo 6:11 (RV 2020)
Nunca olvides que Dios provee todas las cosas para nosotros. Las bendiciones de esta vida y más aún, el regalo de la vida eterna proviene de Él (Santiago 1:17; Romanos 6:23). Confiaré al Padre mi cuidado diario.
Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece. Él enviará desde los cielos ayuda y me salvará de la infamia del que me acosa. Dios enviará su misericordia y su verdad.
Salmo 57:2–3 (RV 2020)
David oró a Dios por su liberación. Él sabía que su situación no tenía esperanza sin Dios. Pero, confiaba en que Dios "enviará su misericordia y su verdad" (Salmo 57:3). ¿Donde tienes depositada tu confianza, en Dios?
Abundante lluvia esparciste, oh Dios; a tu heredad exhausta tú la reanimaste. Los que son de tu grey han morado en ella; por tu bondad, Dios,
has provisto para el pobre.
Salmo 68:9–10 (RV 2020)
Observando la disposición de proveer para el pobre, Dios es quien brinda Su bondad a través del cuidado de los suyos. Puedo confiar en que Él sostendrá mi condición de vida diaria. Somos lo más valioso de Su creación.
Por tanto os digo: No andéis preocupados pensando qué vais a comer o qué vais a beber para poder vivir, o con qué ropa vais a vestir vuestro cuerpo. Mirad las aves del cielo, que no siembran ni siegan ni recogen en graneros; y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Mateo 6:25–26 (RV 2020)
Jesús dice que no mantengamos una vida de preocupaciones, si el Padre celestial cuida de las aves del cielo (Su creación entre los seres vivos), también es capaz del cuidado (sustento, abrigo, atención continua) físico de cada día.
Vosotros mismos sabéis cómo seguir nuestro ejemplo. Nosotros no vivimos de un modo desordenado entre vosotros ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser una carga a ninguno de vosotros; no porque no tuviéramos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo a seguir. Y cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: el que no quiera trabajar, que tampoco coma.
2 Tesalonicenses 3:7–10 (RV 2020)
Y, esto no significa que no hagamos nada por el sustento diario y esperar pasivamente a que Dios haga “llover del cielo”. Aún se espera que trabajemos para mantenernos, pero sin la ayuda de Dios, nuestros esfuerzos serían en vano.
Este Jesús es la piedra rechazada por vosotros, los edificadores, y que, sin embargo, ha resultado ser la piedra angular. Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos.
Hechos 4:11–12 (RV 2020)
Aún necesito a Jesús para que me salve (Hechos 4:12), Él es la provisión de Dios, y debo "ocuparme de mi salvación con temor y temblor" (Filipenses 2:12). Todo bien obtenido en esta vida física o en la próxima, sólo es posible a través de Cristo.
Por eso, dejando toda inmundicia y tanta maldad, recibid con docilidad la palabra plantada en vosotros, la cual puede salvar vuestras almas. Sed hacedores de la palabra y no tan solo oidores, de manera que os engañéis a vosotros mismos.
Santiago 1:21–22 (RV 2020)
Esforcémonos por hacer lo posible, dar nuestra parte (no porque confiemos en nosotros mismos y en nuestro esfuerzo), sino porque confiamos en las promesas de Dios y Su cuidado, perseverando en una fe viva, de fiel obediencia, cada día.
Por tanto, amados míos, como siempre me habéis obedecido, no solamente cuando estoy presente, sino mucho más ahora que estoy ausente, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que produce en vosotros así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Filipenses 2:12–13 (RV 2020)
#losolivosiglesiadecristo
#losolivosidc
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por ingresar a nuestro blog, apreciamos tus aportes. Dios te bendiga!