Falsa enseñanza trae la apostasía


 

Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado; evita las conversaciones profanas de cosas sin sentido, así como los argumentos de la falsamente llamada ciencia, que algunos, por profesarla, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén. 

1 Timoteo 6:20–21 (RV 2020)


Al final de 1 Timoteo, el apóstol Pablo le instruye de la “falsa ciencia”, que por profesarla (creer, practicar y enseñar) algunos se desvían de la fe. Guardar la verdad, evitar pláticas profanas y falsos argumentos nos cuida de la apostasía.


Si estos, que se habían escapado de la contaminación del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, se dejan de nuevo enredar y vencer por esa contaminación, su último estado viene a ser peor que el primero. Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que volverse atrás después de haber conocido el santo mandamiento que les fue dado. Pero en ellos se ha cumplido la verdad del proverbio que dice: «El perro vuelve a su vómito, y la puerca recién lavada vuelve a revolcarse en el lodo». 

2 Pedro 2:20–22 (RV 2020)


Los falsos maestros lideran la apostasía (1 Timoteo 4:1-3), niegan la fe, siguen el engaño y doctrinas de demonios; son hipócritas y mentirosos, su conciencia está quemada (sin vida), así es como enseñan fuera de la voluntad de Dios.


Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos renegarán de la fe y harán caso a espíritus engañadores y a doctrinas demoníacas, que actúan con hipocresía y mienten, pues tienen cauterizada la conciencia. Estos prohibirán casarse y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que, con acción de gracias, participaran de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. 

1 Timoteo 4:1–3 (RV 2020)


Anticipadamente, el Espíritu Santo dió a conocer “claramente” lo que sucedería; pocos (algunos) se apartarían de la fe, siguiendo a quienes prometían libertad estando ellos mismos atados, esclavos del pecado y corrupción (2 Pedro 2:19; Judas 4)


La enseñanza de algunos se propaga como un tumor. Así aconteció con Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad diciendo que la resurrección ya se ha realizado, con lo que trastornaron la fe de algunos. Pero el fundamento de Dios está firme, marcado con este sello: Conoce el Señor a los que son suyos y: «Apártese del mal todo aquel que invoca el nombre de Cristo». 

2 Timoteo 2:17–19 (RV 2020)


La falsa enseñanza trastorna la fe de los cristianos, un cáncer que enferma al cuerpo de Cristo; un(a) cristiano(a) puede caer de su fe (2 Pedro 2:20-22; Hebreos 6:4-6). Pero Dios sí conoce “a los que son suyos”, quienes viven apartados del mal.


Así como hubo falsos profetas entre el pueblo de Israel, también habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras y hasta negarán al Señor que los salvó. Al hacer esto, atraerán sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos los seguirán en su libertinaje, y por causa de ellos, el camino de la verdad será difamado. Llevados por la avaricia, se valdrán de palabras engañosas para sacar provecho de vosotros. Sobre estos ya hace tiempo que la condenación está preparada y su perdición los espera. 

2 Pedro 2:1–3 (RV 2020)


La Biblia nos brinda características de los falsos maestros (2 Pedro 2:1-22), viven del engaño (2 Corintios 11:13-15), siendo codiciosos (Tito 1:10-12), y que introducen herejías encubiertas; más su condena y perdición están preparadas, los espera.


Porque hay aún muchos rebeldes, charlatanes y engañadores, especialmente los de la circuncisión. A esos es preciso taparles la boca, porque trastornan casas enteras y enseñan lo que no conviene con el fin de obtener ganancias deshonestas. Uno de ellos, su propio profeta, dijo: «Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias y glotones perezosos». ¡Y esto es muy cierto! Por eso, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe y no atiendan a fábulas judaicas ni a preceptos humanos que se apartan de la verdad. 

Tito 1:10–14 (RV 2020)


Necesitas cuidarte de falsos maestros y la falsa enseñanza, no permitir ser arrastrado(a) por doctrinas de hombres bajo condena eterna; al no “soportar la sana doctrina”, cerrando tus oídos a la verdad (2 Timoteo 4:3-4) puedes perder tu alma, como ellos.


Esos hombres son fuentes sin agua y nubes empujadas por torbellino de viento, para quienes está reservada para siempre la oscuridad de las tinieblas. 

2 Pedro 2:17 (RV 2020)


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