Vida y aliento, de Dios


 

El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay. Como es Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas ni necesita que nadie le sirva, porque a él no le hace falta nada, pues él es quien da vida y aliento a todos y a todo. 

Hechos 17:25 (RV 2020)


De innumerables razones para creer en la existencia de Dios, la más obvia es que Él nos da aliento y vida. Sin Dios no existimos. Mientras muchos no creen, y otros, como los 9 leprosos sanados por Jesús no le dan gloria; igual, Él provee vida.


Uno de ellos, al verse curado, volvió alabando a Dios a grandes voces y, postrado su rostro a los pies de Jesús, le dio las gracias. Era samaritano. Jesús le preguntó: —¿No son diez los que han quedado limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Sólo este extranjero ha vuelto para alabar a Dios? Y le dijo: —Levántate y vete. Tu fe te ha salvado.  

Lucas 17:15–19 (RV 2020)


Entonces, si Su Palabra enseña que es Dios "quien da vida y aliento a todos y a todo" (Hechos 17:25), ¿por qué no ser agradecidos con el Dador de "todo don bueno y perfecto"? (Santiago 1:17). Ser gratos es correcto, darle la gloria a Dios.


Por eso Dios los entregó a los malos deseos de su corazón, a la impureza, de tal modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos. Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, pues honraron y dieron culto a las criaturas antes que al Creador, el que es bendito por los siglos. Amén. 

Romanos 1:24–25 (RV 2020)


Pero consistentemente, pese a la buena provisión de Dios, el hombre decide no creer ni ser agradecido con Él. Cambian la verdad de Dios (que Él existe), por la mentira, y dan culto a sus ídolos (cosas, personas), entregados a la impureza.


Dios, desde los cielos, miró a los seres humanos, para ver si había alguien sensato que buscara a Dios. Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni aun uno. ¿No tienen conocimiento todos los que hacen lo malo, que devoran a mi pueblo como si comieran pan y a Dios no invocan? 

Salmo 53:2–4 (RV 2020)


¿La ingratitud e insensatez es común? En la búsqueda de Dios, es evidente que nadie le busca; aún con el conocimiento a través de lo creado (Romanos 1:20); y son sin excusa para la ira de Dios (vss. 18-19). Aún así, Él no deja de cuidarnos.


No estéis preocupados por nada, sino más bien, dad a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 

Filipenses 4:6–7 (RV 2020)


Ser agradecidos con Dios es bueno, no sólo porque es correcto y tiene promesa de Su favor, sino que es bueno debido a que puedo elevar mis preocupaciones, ruegos, y oración a Su presencia; si me encuentro en Cristo, vivo en Su cuidado.


Esto que digo es muy cierto: Si morimos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si le negamos, él también nos negará; si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo. 

2 Timoteo 2:11–13 (RV 2020)


Jesucristo es Fiel; siendo nuestro Dios y Señor, por Él viviremos aunque venga la muerte, reinaremos a Su lado. Así se manifiesta el amor que Dios tiene por nosotros. Él nos hace salir triunfantes en Cristo. Aroma de vida, para vida eterna. Vive, alaba y da gracias a Dios por ello.


Pero gracias a Dios, que siempre nos hace salir triunfantes en Cristo Jesús, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el aroma de su conocimiento. Porque para Dios somos fragancia de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden: para estos, ciertamente, aroma de muerte para muerte, y para aquellos, aroma de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es capaz? 

2 Corintios 2:14–16 (RV 2020)


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