Viviendo por fe, no por vista

 


(porque por fe andamos, no por vista)

2 Corintios 5:7 (RV 2020)


Honestamente, no podemos saber ni ver anticipadamente, cómo ir por este mundo viviendo nuestras vidas y llegar al cielo, excepto cuando confiamos en la Palabra de Dios. El buen Padre de los cielos nos ayuda revelando Su voluntad.


Así que tú, mantente firme en lo que has aprendido y te ha sido encargado, pues sabes de quién has aprendido y que desde la niñez sabes las Sagradas Escrituras, que te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.

2 Timoteo 3:14–15 (RV 2020)


Entonces, aunque el propósito sea el mejor y mi fe personal sólida, la única fe salvadora es la que vivo en Cristo; mi fe personal (creer en mí, en alguien o algo) no provee la vida eterna, sólo Dios. Su voluntad me hace sabio para la salvación.


Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición y muchos son los que entran por ella; pero estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida y pocos son los que la hallan. 

Mateo 7:13–14 (RV 2020)


Mi fe, definida realmente como mi confianza en Jesús me ayuda a vivir como Él me enseña, dejando la amplia vía de la perdición puedo buscar en Él la puerta y el camino estrecho, que me permite la vida que el Salvador provee.


Así que la fe proviene del oír, de escuchar la palabra de Dios. 

Romanos 10:17 (RV 2020)


Puedo obtener fe en Jesucristo por la persuasión de la Palabra de Dios, además es mi guía fiel para vivir mi fe con seguridad en el trayecto de la vida física; y confiado en alcanzar al fin su promesa de salvación: la vida eterna.


Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.

Salmo 119:105 (RV 2020)


¿Por qué no vivir por fe?, confiando en Cristo para salvación, ¿acaso habrá alguna otra persona donde encontrar lo que sólo Él me promete? Sabemos que no, la evidencia se encuentra en Su mensaje de salvación, salvos sólo por Él.


Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos. 

Hechos 4:12 (RV 2020)


No sabemos hacia dónde vamos (sin una guía segura), ni qué puede pasar, pero por fe confiamos en Dios que nos guía (Proverbios 3:5-6, Romanos 8:28). Aunque no puedo verlo, puedo creer en Jesús y alcanzar salvar mi alma en Él.


Vosotros, que lo amáis sin haberlo visto, y que creéis en él aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso, pues estáis alcanzando la meta de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. 

1 Pedro 1:8–9 (RV 2020)


Así que vivir por fe es al fin confiar de manera segura en Dios, quien me llevará por la vida presente hacia la existencia eterna; pero debo ser confiado con todo mi ser interior (corazón), ni permitir mi propia guía (mi prudencia), Él obrará en mí.


Confía en el Señor con todo tu corazón 

y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos 

y él hará derechas tus veredas. 

Proverbios 3:5–6 (RV 2020)


No será “muy seguro” vivir por fe, eso escucharás durante tu vida, en formas y tiempos diferentes (buenos o malos). Pero, las cosas que no se ven (la salvación, el cielo, etc.) son seguras y confiables, porque son eternas. Vive por fe, no por vista.


Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 

2 Corintios 4:18 (RV 2020)


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