Dios es bueno y recto

 


Bueno y recto es el Señor; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes en la justicia y enseñará a los mansos su camino. 

Salmo 25:8–9 (RV 2020)


Sí, Dios es bueno. En su bondad nos permite conocer Su voluntad, para que todos podamos vivir de acuerdo a Sus preceptos, que son útiles para nuestras vidas; y necesarios, Dios nos instruye a todos y encamina tu vida en Su justicia.


Hombre, él te ha declarado lo que es bueno, lo que pide el Señor de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios. 

Miqueas 6:8 (RV 2020)


Él me enseña lo que es bueno. El espíritu humillado, hacer justicia y misericordia es lo que Dios espera de cada uno, de todos. Pero no todos viven conforme a Su Palabra. Nos enseña el “buen sentido y sabiduría”, nos hace bien Su Palabra.


Bien has hecho con tu siervo, Señor, conforme a tu palabra. Enséñame buen sentido y sabiduría, porque tus mandamientos he creído. Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; pero ahora guardo tu palabra. Bueno eres tú, y bienhechor; ¡enséñame tus estatutos! 

Salmo 119:66–68 (RV 2020)


Dios es bueno y bienhechor. Porque nos provee una vida que da buen fruto, un buen árbol que se ha nutrido, guardado y cumple Sus propósitos. Un buen ser humano, hombre y mujer que es rico(a) en su corazón con la bondad y el bien.


Ningún árbol bueno produce frutos malos, ni tampoco un árbol malo produce frutos buenos. Porque cada árbol se conoce por su fruto: No se cogen higos de los espinos ni de las zarzas se vendimian uvas. Del hombre bueno, como su corazón es rico en bondad, brota el bien, sin embargo, del hombre malo, como su corazón es rico en maldad, solo brota el mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca. 

Lucas 6:43–45 (RV 2020)


Dios es bueno, recto y da la abundancia de Su sabiduría para obrar bien, sólo se debe tener la fe correcta para pedir “y le será dada” sin reproche. Con decisión de hacer Su voluntad que ya tenemos revelada en Su divina Palabra: La Biblia.


Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídasela a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, sin dudar nada, porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es arrastrada por el viento y llevada de una parte a otra. Quien así sea, no piense que recibirá cosa alguna del Señor, pues el hombre indeciso es inconstante en todo cuanto emprende. 

Santiago 1:5–8 (RV 2020)


En tu vida espiritual necesitas obrar la fe con un carácter que agrade a Dios. Sin ser inconstantes, sino obedientes en Su guía. Recibiendo y guardando todas Sus palabras. Porque sabiduría, inteligencia y el conocimiento sólo proceden de Él.


Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas en ti mis mandamientos, y prestas oído a la sabiduría; si inclinas tu corazón a la prudencia, si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista; si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un tesoro, entonces entenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios, porque el Señor da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la inteligencia. 

Proverbios 2:1–6 (RV 2020)


Porque Dios es bueno todos debemos tener motivos de elevar alabanzas a Su Nombre, porque cuida de nuestras vidas para que tengan un propósito mayor y mejor a sólo ser Sus criaturas. Que hoy seamos Sus hijos amados, guiados y cuidados por Él (Romanos 8:14.16).


Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre!, porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones. 

Salmo 100:4–5 (RV 2020)


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