Cristo resucitado


 

Me refiero a nuestro Señor Jesucristo que, como ser humano era descendiente de David, pero que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de los muertos.  

Romanos 1:3–4 (RV 2020)


Muchas realidades se efectuaron con la resurrección de Cristo, las que Dios preparó para ser manifestadas a los hombres para alcanzar la salvación eterna (Mateo 28:1-10; 1 Corintios 15:13-19); la realidad de la eternidad es nuestra esperanza viva, que no se limita a esta vida presente.


Si todo cuanto esperamos de Cristo se limita a esta vida, somos los más dignos de lástima de todos los seres humanos. Pero ahora Cristo ha resucitado de los muertos; como primicias de los que murieron. 

1 Corintios 15:19–20 (RV 2020)


Su resurrección declara que Jesús es el Hijo de Dios (Romanos 1:4), y que el Padre celestial lo entronizó en el cielo (Hechos 2:24-36), haciéndolo Señor y Cristo.


Porque David no subió a los cielos, sino que él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies». Sepa, pues, certísimamente toda la casa de Israel que Dios ha hecho Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros crucificasteis. 

Hechos 2:34–36 (RV 2020)


Su resurrección es garantía de nuestra resurrección (1 Corintios 15:20-23), por eso nuestra fe en Cristo nos permite creer y en consecuencia (por lo tanto) hablar (comunicar) nuestra fe. Dios, como resucitó a Jesucristo “a nosotros también nos resucitará con Jesús”.


Pero como tenemos el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual también hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos. Y estamos seguros que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 

2 Corintios 4:13–14 (RV 2020)


Por la resurrección de Jesucristo encontramos el poder de Dios en el bautismo (Romanos 1:16; 1 Pedro 3:18, 20-22), lo cual es una representación de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, y es el mensaje central del Evangelio (1 Corintios 15:1-4). Y también, Su resurrección es una garantía de juicio.


Dios, que ha pasado por alto esos tiempos de ignorancia, ahora quiere que todos los seres humanos, en todas partes, se arrepientan porque ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por medio de aquel hombre a quien designó y acreditó ante todos levantándole de entre los muertos.  

Hechos 17:30–31 (RV 2020)


¿Estás listo/a para ese día (del juicio final)? ¿Has resucitado con Cristo a través de la obediencia al Evangelio? ¿Fueron perdonados todos tus pecados a través de Su sangre? Sí no es así, ven y obedece el Evangelio, para que seas sepultado y resucitado con Cristo; y tengas vida con Él.


Con él fuisteis sepultados en el bautismo, y en él fuisteis también resucitados por la fe en la acción poderosa de Dios que lo levantó de los muertos. Antes vosotros estabais muertos en pecados y aún no habíais sido despojados de vuestra naturaleza humana, pero ahora Dios os ha dado vida juntamente con Cristo, y os ha perdonado todos los pecados. 

Colosenses 2:12–13 (RV 2020)


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