Dios conoce a los suyos

La enseñanza de algunos se propaga como un tumor. Así aconteció con Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad diciendo que la resurrección ya se ha realizado, con lo que trastornaron la fe de algunos. Pero el fundamento de Dios está firme, marcado con este sello: Conoce el Señor a los que son suyos y: «Apártese del mal todo aquel que invoca el nombre de Cristo». 

2 Timoteo 2:17–19 (RV 2020)

Ambos cristianos "se desviaron de la verdad" al enseñar el error sobre la resurrección. Con sus falsas enseñanzas estaban trastornando la fe de los demás. Pero, su error no destruyó el plan de Dios. Los fieles están seguros de que Dios conoce a los Suyos.

El Señor es bueno, fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa 

consumirá a sus adversarios, y las tinieblas perseguirán a sus enemigos. 

Nahúm 1:7–8 (RV 2020)

Aquellos que son de Cristo practican la santidad ("Salid en medio de ellos y apartaos…" 2 Corintios 6:17). Aquí está entonces Su sello de aprobación y autenticidad de quienes son suyos: Dios sabe quiénes son, ellos son los que evitan el pecado; se cuidan del error y la división (Romanos 16:17) y practican la pureza (2 Timoteo 2:19). 

No todo el que me dice: «¡Señor, Señor!», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros?». Entonces les declararé: «Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!». 

Mateo 7:21–23 (RV 2020)

Si nombras el nombre de Cristo, si te llamas cristiano/a, entonces debes apartarte del pecado y caminar en la verdad para ingresar al reino eterno en los cielos. De lo contrario, no tienes el sello de aprobación del Señor (2 Timoteo 2:19). Necesitas poner empeño (diligencia) en vivir en esta condición de santidad.

Recuerda, Dios sabe quienes son Suyos; Él nos conoce y espera lo mejor de cada uno, que sin vergüenza estemos ante Su presencia y en Su verdad. Piénsalo.

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que expone bien la palabra de verdad. 

2 Timoteo 2:15 (RV 2020)

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