Seguridad en saber la verdad

 

Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me molesta escribiros las mismas cosas que ya os he escrito, y para vosotros es útil. 

Filipenses 3:1 (RV 2020)

Regocijarse en el Señor ayuda a cada hijo/a de Dios a transitar de forma segura por todas las situaciones difíciles de la vida. El regocijarse en el Señor fortalece su fe, y permite que el fruto de nuestra bondad sea “conocida por todas las personas”.

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo: ¡Regocijaos! Que vuestra bondad sea conocida por todas las personas. El Señor está cerca. 

Filipenses 4:4–5 (RV 2020)

De igual forma, hoy y nunca debemos cansarnos de escuchar el mensaje del Evangelio de Jesucristo, que nos protege del riesgo y peligro espiritual; porque es útil (seguro) para nuestra vida de fe (Filipenses 3:1).

Muchas personas viven buscando cada vez más “algo nuevo” en cuanto a la fe de Cristo. Para ellos, la vieja historia del Evangelio es "seca", "aburrida" o "monótona". Pero Pablo no dudó en volver a escribir las mismas cosas, porque conocía el poder duradero de la palabra de Dios, Su verdad eterna que nos santifica (Juan 17:17).

Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia porque no son del mundo, como tampoco lo soy yo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco lo soy yo. Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad. 

Juan 17:14–17 (RV 2020)

La verdad de Dios no cambia con el clima social actual o futuro, ni con cualquier otra presión o “tendencia” humana. Quienes aman a Jesús nunca se cansarán de escuchar Su verdad, cumpliendo todos Sus mandamientos. Debemos saber y vivir en la verdad de Jesús para ser Sus discípulos verdaderos (Juan 8:31).

Si me amáis, cumplid mis mandamientos. 

Juan 14:15 (RV 2020)

Deleita tu alma con la verdad. Permite que cobre vida en tu pensamiento y en tu alma; que dé su fruto en tu vida, y que seas contado/a entre quienes "nos gloriamos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos" (Filipenses 3:3). Permanece firme en Su verdad (la palabra de vida), para alegría y gozo continuos hasta “el día de Cristo”.

Permaneced firmes en la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda sentirme orgulloso de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. Y aunque sea sacrificado como ofrenda sacrificial a favor de vuestra fe, me alegro y me gozo con todos vosotros. Asimismo alegraos también vosotros y gozaos conmigo. 

Filipenses 2:16–18 (RV 2020)

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