Una relación respetuosa

 

No reprendas con dureza al anciano, sino exhórtalo como a un padre; a los más jóvenes, como a hermanos. A las ancianas como a madres; a las más jóvenes, con toda pureza, como a hermanas. 

1 Timoteo 5:1–2 (RV 2020)

El respeto en tiempos actuales resulta ser algo del pasado, “antiguo”. En ese entonces era puesto en la mente y conducta de la mayoría de los niños. Hoy, una forma de “respeto” malvado y pervertido es normal en muchos espacios de nuestra cultura “moderna”. 

Su propio deseo busca el egoísta y se entromete en todo negocio. No se complace el necio en la inteligencia, sino en manifestar su propia opinión. Con el malvado viene también el menosprecio, y con el que deshonra viene la afrenta. 

Proverbios 18:1–3 (RV 2020)

Unos son "respetados" si son miembros de alguna pandilla; si lleva (y usa) un arma; si tiene el tatuaje correcto (o muchos); si consume drogas; o si habla cierta jerga (vulgar). Incluso si estas conductas no existen, es cada vez más raro presenciar el respeto en estos días, ¿verdad? La maldad con su apariencia física nunca fue agradable a Dios.

No comeréis cosa alguna con sangre. 

No seréis agoreros ni adivinos. No haréis tonsura en vuestras cabezas ni recortaréis la punta de vuestra barba. No os haréis heridas en el cuerpo por un muerto, ni tatuaje alguno en la piel. Yo, el Señor. 

Levítico 19:26–28 (RV 2020)

Abrir una puerta y permitir el ingreso solía mostrar respeto por una madre o una dama; hoy se ve como "sexista". Decir a alguien "Señor" y "Señora" señalaba respeto por la persona mayor y experimentada, (ahora incluso se ve como una falta de respeto, ¿?; todos/as ellos/as quieren dar apariencia de juventud). En la iglesia el trato con los mayores es con respeto, y para los jóvenes “con toda pureza” (1 Timoteo 5:1-2).

Someteos unos a otros, por respeto a Dios. 

Efesios 5:21 (RV 2020)

Los cristianos se someten unos a otros “por respeto a Dios”, y deben dar "honor a quien se debe el honor"; “al que respeto, respeto” (Romanos 13:7). Tratan a los ancianos con dignidad y a los más jóvenes con pureza. Y, tienen paciencia con la cabeza “en canas”; por la gracia de Dios, algún día tú también estarás entre ese número. Por respeto a Dios, lleva una relación respetuosa con todos. 

Así que pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. No debáis a nadie nada, aparte de amaros unos a otros, pues el que ama al prójimo ha cumplido la ley. 

Romanos 13:7–8 (RV 2020)

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