Vencer la tentación


Dichoso el que resiste la tentación, porque cuando haya pasado la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman. 

Santiago 1:12 (RV 2020)


En el amor de Dios, en el correcto orden de afecto y dependencia directa de Él logramos ser dichosos, porque sí puedo vencer la tentación. Algunos piensan que simplemente no es posible vencer la tentación; sí podemos ser vencedores.


No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero Dios es fiel, y no dejará que seáis tentados más de lo que podéis resistir, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que podáis soportarla. 

1 Corintios 10:13 (RV 2020)


En esta vida física la tentación es común a todos, Jesús nos enseñó a depender del Padre en esas circunstancias (Lucas 11:4); todos los hombres son tentados de la misma manera, hoy lo mismo que en el pasado.


Porque todo lo que hay en el mundo, como son las pasiones carnales, los deseos impuros que entran por los ojos y la arrogancia de vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo y sus pasiones pasan, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 

1 Juan 2:16–17 (RV 2020)


Sí, todo lo que tenga que ver con las tentaciones no proviene del Padre de los cielos, sino del mundo. Satanás busca tentarnos bajo estas 3 condiciones: “las pasiones carnales, los deseos impuros que entran por los ojos y la arrogancia de vida”. Nadie es tentado por Dios.


Cuando alguno es tentado no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado por sus propios malos deseos, que lo arrastran y lo seducen. Estos malos deseos conciben y dan a luz el pecado; y el pecado, una vez cometido, da a luz la muerte. 

Santiago 1:13–15 (RV 2020)


Aún así no vendrá alguna tentación que no podamos vencer (1 Corintios 10:13), “sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que podáis soportarla”. El Señor proporciona una vía de escape; el “tentador” no puede vencer, su trabajo es engañarnos.


Por eso también yo, no pudiendo aguantar más, envié a Timoteo para que me informara acerca de vuestra fe; pues temía que os hubiera engañado el tentador y que nuestro trabajo hubiera resultado en vano. 

1 Tesalonicenses 3:5 (RV 2020)


Soy bendecido (bienaventurado, RV60), dichoso al vencer toda tentación. Sí, todo lo puedo en Cristo, quien me da fortaleza espiritual, cada día en Él. Se dichoso/a venciendo la tentación hoy, con Cristo sí es posible.


Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. 

Filipenses 4:13 (RV 2020)


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