Un momento oportuno

 

Pero cuando Pablo trató acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix, temeroso, dijo: —Ahora vete, pero cuando encuentre el momento oportuno te llamaré. Hechos 24:25 (RV 2020)

Dios nos ha revelado la buena y única manera de vivir, el libre albedrío nos permite elegirlo o rechazarlo. Félix, el gobernador de Cesarea le dijo a Pablo (luego de escuchar su argumento) que encontraría el momento oportuno para escuchar sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero. A veces, hemos hecho lo mismo.

El Señor nos mandó que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos al Señor, nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días y para que nos conserve la vida, como hasta hoy. Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante del Señor, nuestro Dios, como él nos ha mandado». 

Deuteronomio 6:24–25 (RV 2020)

Los caminos de Dios son justicia. El hombre debe vivir de la manera en que su Creador lo ha dirigido (guiado), para complacerlo y vivir plenamente. Todas Sus leyes son para nuestro bien (Deuteronomio 6:25). Y, hacer lo correcto a menudo es difícil; el orgullo, la ambición egoísta o los deseos carnales nos atraen a hacer el mal. Honestamente, es algo común en la mayoría, ¿verdad?

¿No sabéis que, aunque todos corren en el estadio, solamente uno se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. De igual modo, todo aquel que lucha, se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, para recibir una incorruptible. Así que yo no corro sin tener una meta definida; no peleo dando golpes al aire; sino que golpeo mi cuerpo y lo someto a disciplina, no sea que, después de haber predicado a otros yo mismo quede eliminado. 

1 Corintios 9:24–27 (RV 2020)

Ejercer el autocontrol se requiere para que los propósitos divinos se cumplan en nuestras vidas, aunque sepamos que es difícil. Bueno, Dios tiene establecido un día en el que juzgará al mundo en justicia por Jesucristo (Hechos 17:30-31). En ese día todos tendremos que dar cuenta de nosotros mismos (de nuestras vidas) a Dios. Necesito ejercer un carácter de vida correcto, en Su justicia.

Pero todas las cosas que para mí eran ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y más aún, ciertamente todas las cosas las considero pérdida por el privilegio de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él he perdido todo esto y lo tengo por basura, para ganar a Cristo y ser hallado en él, no por tener mi propia justicia, que se basa en la ley, sino la que se adquiere por medio de la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios y se basa en la fe. 

Filipenses 3:7–9 (RV 2020)

Dios nos ha revelado su justicia desde el AT, completando Su Palabra con el NT. Debo tener un carácter o calidad de vida correctos. Porque justicia y derecho son el cimiento del trono de Dios (Salmo 89:14), Él es eterno (Salmo 111:3), Su bondad por lo tanto es eterna. El mal no es eterno, tuvo un comienzo con Satanás (Génesis 3), y es básicamente una perversión o exceso de algo bueno. Y tendrá su fin (Mateo 25:41; 46; Apocalipsis 20:10).

¿Y nosotros, que vivimos una carrera diaria con nuestras vidas, esperamos un “momento oportuno” para oír a Dios y hacer Su voluntad? Tú y yo lo sabemos. En Cristo necesitamos estar aptos para el día del juicio, arrepentidos de toda condición de maldad en nuestras vidas, haciendo Su voluntad.

Dios, que ha pasado por alto esos tiempos de ignorancia, ahora quiere que todos los seres humanos, en todas partes, se arrepientan porque ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por medio de aquel hombre a quien designó y acreditó ante todos levantándole de entre los muertos.  

Hechos 17:30–31 (RV 2020)

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