¿Hacer alabanza sin instrumentos?


Hablad entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones. Dad siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 

Efesios 5:19–20 (RV 2020)


¿Suena extraño, verdad?, y aún así, el uso de instrumentos musicales no es parte del patrón bíblico (no autorizado en la Biblia), no fue mandado ni fue la práctica de la iglesia del NT. Una alabanza a Dios siempre debe ser en “espíritu y en verdad” (Juan 4:23-24); Dios usa tu corazón como un “instrumento” para dar alabanza fiel y verdadera a Él.


Entonces, ¿qué debo hacer? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 

1 Corintios 14:15 (RV 2020)


El patrón bíblico de alabanza es cantar, cuando le agregas instrumentos musicales a tu adoración te sales del modelo bíblico. Mira a Jesús, que con el gozo  de hacer la voluntad del Padre él y sus apóstoles cantaron, al final de la cena pascual (Marcos 14:22-26). Y, por tener el gozo de nuestra salvación Él fue a la cruz, consumó la fe (Hebreos 12:2).


Cantaron el himno y después salieron al monte de los Olivos. 

Marcos 14:26 (RV 2020)


“Entonces, ¿qué debo hacer? …cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento” (1 Corintios 14:15); todos necesitamos ser llenos de Su voluntad, abundar en la Palabra divina, y con corazones agradecidos cantar a Dios. Este mandato del Señor se cumple sólo cuando la iglesia se congrega, en la adoración (Hebreos 10:24-25).


La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda sabiduría. Cantad al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con corazones agradecidos. 

Colosenses 3:16 (RV 2020)


La unidad del Espíritu en el cuerpo de Cristo (Efesios 4:3) logra su buen propósito en la alabanza, al enseñarnos y exhortarnos “unos a otros con toda sabiduría”, y permite cantar “unánimes”, mientras nos cuidamos y consolamos logramos ser una voz que glorifica al Padre celestial. Él consuela y permite estar “de acuerdo según Cristo”.


Que el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda que entre vosotros estéis de acuerdo según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.  

Romanos 15:5–6 (RV 2020)


Piensa: en las condiciones menos favorables sí es posible orar a Dios, adorarlo y cantar (sin el uso de instrumentos); así como Pablo y Silas, quienes fueron oídos por los presos de la cárcel en Filipos y fue innecesario algún instrumento. Hay gozo en ser “dignos de sufrir por la causa de Jesús” (Hechos 5:41), Pedro y Juan lo vivieron (Hechos 5:17-23).


El carcelero, recibida la orden, los metió en la celda más profunda y les aseguró los pies en el cepo. Hacia la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, mientras los otros presos los oían. 

Hechos 16:24–25 (RV 2020)


Hay mandato para cantar alabanzas a Dios desde el AT (Salmo 117:1; Deuteronomio 32:43), Él es alabado en un pueblo fiel, sin acto de idolatría (Amós 5:25-27) que hace aborrecible y despreciable la “adoración” con “melodía de instrumentos” (Amós 5:21-23), Dios quiere que corra “la justicia como arroyo impetuoso” en Su pueblo (verso 24).


… y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles y cantaré a tu nombre. Y otra vez dice: Naciones, alegraos con su pueblo. Y otra vez: Alabad al Señor todas las naciones y exaltadlo todos pueblos. 

Romanos 15:9–11 (RV 2020)


Dios sólo puede ser glorificado mientras se practican Sus instrucciones. Somos mandados a dar fruto de alabanza, de labios que confiesan Su Nombre (Hebreos 13:15). Un continuo sacrificio de alabanza, con el propósito de ser una ofrenda elevada; no elevar aborrecible y despreciable “fiesta” (adoración solemne), como lo hizo el infiel Israel.


He aborrecido y despreciado vuestras fiestas solemnes, y me disgustan vuestras asambleas. Y si me ofrecéis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. Alejad de mí el ruido de los cánticos, no quiero escuchar la melodía de vuestros instrumentos. Pero corra el juicio como las aguas y la justicia como arroyo impetuoso. 

Amós 5:21–24 (RV 2020)


El acto de adorar debe centrarse en honrar a Dios, en ser una ofrenda de sacrificio: “vivo, santo, agradable a Dios” (Romanos 12:1), así es como Él lo mandó. ¿Estás afligido/a? Debes orar. ¿Estás alegre? Debes cantar alabanzas (Santiago 5:13). Siguiendo Sus instrucciones sí podemos ser “verdaderos adoradores“ para Él (Juan 4:23-24).


Debes cantar alabanzas a Dios con un corazón devoto y con entendimiento; NO en una “fiesta de adoración” (con ritmos lentos y letra armoniosa), “de cántico nuevo” (ritmos de moda, mundanos), o “de alabanza” (con ritmos más agitados y letra sugestiva), desorden y ruido instrumental.


¿Está alguno entre vosotros afligido? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante alabanzas. 

Santiago 5:13 (RV 2020)


#losolivosiglesiadecristo 

#losolivosidc


 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Feliz cumplimiento de nuestra esperanza

Todos necesitamos salvación