Dando gloria a Dios

 

Que el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda que entre vosotros estéis de acuerdo según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. 

Romanos 15:5–6 (RV 2020)

Siempre debemos darle a Dios la gloria que le corresponde, como cristianos individuales y como el cuerpo de Cristo (Romanos 15:6), mandado desde el AT (Salmo 29:1-2) como en el NT (1 Corintios 10:31); tenemos formas en las que podemos dar gloria a Dios.

Tributad al Señor, hijos de los poderosos, dad al Señor la gloria y el poder. Dad al Señor la gloria debida a su nombre; adorad al Señor en la hermosura de la santidad. 

Salmo 29:1–2 (RV 2020)

Dar la gloria a Dios por todas sus poderosas obras es un tributo, en el interior de un corazón honesto, justo y agradecido por todo lo que Él hace por cada uno/a en cada día de nuestras vidas; y es como Dios debería ser adorado, desde una vida en santidad.

También debes saber que en los últimos tiempos vendrán momentos difíciles, y que habrá hombres egoístas, amantes del dinero, orgullosos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impuros…

2 Timoteo 3:1–2 (RV 2020)

Tristemente hoy en día muchos son ingratos con Dios, así como lo son con las personas que les acompañan. Y, en los evangelios tenemos ejemplo de dar gratitud a Dios (Lucas 17:11-19), uno de los diez leproso dio gloria a Dios, postrado y dando gracias a Jesús.

Porque las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y su divinidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, y se pueden discernir por medio de las cosas creadas. Por lo tanto, no tienen excusa, pues, a pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que en sus razonamientos se dieron a especulaciones inútiles y su corazón insensato se llenó de oscuridad. 

Romanos 1:20–21 (RV 2020)

Sí, una vida que no busca ni desea reconocer a Dios en y por sus obras (de toda la creación), y que no le da gracias por cada beneficio que gozamos en nuestra existencia física, al final llena su corazón de oscuridad; a través de razonamientos inútiles.

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: «¿Qué es el ser humano para que pienses en él, la humanidad para que de ellas te ocupes?». Lo has hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra.

Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies…

Salmo 8:3–6 (RV 2020)

Tenemos mucho que agradecer a Dios, ¿cierto? Todas las cosas (Efesios 5:20), la victoria que tenemos en Cristo (1 Corintios 15:57), por obedecer al Evangelio (Romanos 6:17), por nuestros hermanos (2 Tesalonicenses 2:13). ¿Has dado gracias a Dios últimamente?

… y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles y cantaré a tu nombre. Y otra vez dice: Naciones, alegraos con su pueblo. Y otra vez: Alabad al Señor todas las naciones y exaltadlo todos pueblos. Y otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí y el que se levantará para gobernar a las naciones, las naciones esperarán en él. 

Romanos 15:9–12 (RV 2020)

Elevando alabanzas a Dios le damos gloria (Romanos 15:9), ofreciendo “sacrificio de alabanza” (Salmo 50:23), alabarle con cántico (Salmo 69:30). Cantar es un medio de enseñarnos y amonestarse unos a otros (Efesios 5:19; Colosenses 3:16).

Porque tanto el que santifica como los que son santificados, proceden del mismo Padre. Por eso él no se avergüenza de llamarlos hermanos, cuando dice: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré. Y otra vez dice: Yo confiaré en él.

Y de nuevo: Aquí estoy yo con los hijos que Dios me dio. 

Hebreos 2:11–13 (RV 2020)

Dar gloria a Dios por medio de alabanzas es lo que Jesús hizo (Hebreos 2:12), la noche de su arresto Él cantó alabanzas sin instrumentos (Marcos 14:26-27). Un instrumento mecánico en la adoración no da gloria a Dios, usamos nuestro corazón para cantar.

Tenemos muchas oportunidades de dar gratitud a Dios y formas de llevar gloria a Su nombre. Si deseas dar gloria a Dios puedes hacerlo en Cristo: “… a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén” (Efesios 3:21).

Así que, si coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.  

1 Corintios 10:31 (RV 2020)

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