Dios es quien construye en ti

 

Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 

1 Pedro 5:10 (RV 2020)

Sólo Dios puede construir tu vida espiritual y darte los mejores días con propósitos de eternidad. Él te perfecciona, afirma, fortalece y establece, te da lo mejor. Debes buscar Su gracia con el esfuerzo necesario en medio de tus circunstancias, en Su voluntad.

Yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, no alimento sólido, porque aún no erais capaces de digerirlo, ni los sois todavía, porque aún sois carnales. 

1 Corintios 3:1–3 (RV 2020)

El crecimiento cristiano jamás resulta de forma automática y descuidada, puedes ser un "bebé espiritual” durante muchos años. Si no estás comprometido/a con los propósitos que Dios ha dado para tu vida de fe, verás pasar el tiempo y sólo continuarás igual.

Y todo aquel que se alimenta de leche es inexperto en la palabra de justicia, porque no es más que un niño. El alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. 

Hebreos 5:13–14 (RV 2020)

Sí, para un crecimiento espiritual exitoso se requiere del esfuerzo personal, y saber que “por el uso tienen los sentidos ejercitados”, para lograr  madurez y discernir entre el bien y el mal; y, algunos/as viven su fe por la vía del menor esfuerzo y la pereza debilitante.

El temor del Señor aumenta los días, mas los años de los malvados serán acortados. La esperanza de los justos es alegría, mas la esperanza de los malvados perecerá. El camino del Señor es fortaleza para el perfecto, pero destrucción para los que cometen maldad.  

Proverbios 10:27–29 (RV 2020)

Necesitamos temor del Señor en nuestra vida de fe, permitiendo ser construidos por Dios en el transcurso de esa vida (1 Pedro 5:10), para ser perfeccionados en  el camino del Señor (Proverbios 10:29), donde alcanzo fortaleza de parte de Dios (Efesios 6:10).

Así que, todos los que somos perfectos, sintamos esto mismo; y si sentís otra cosa, esto también os lo revelará Dios. Pero en aquello a lo que ya hemos llegado; sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa. 

Filipenses 3:15–16 (RV 2020)

Sí, la madurez espiritual permite que sigamos “una misma regla” y sintamos “una misma cosa”; ya que sí puedo andar en la única y verdadera voluntad de Dios. Así es como debemos servir a Cristo, agradando a Dios con mi vida práctica en fe, según Su Palabra.

No permitáis que se hable mal de lo que es vuestro bien, porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. El que de esta manera sirve a Cristo, agrada a Dios y es reconocido por la gente. 

Romanos 14:16–18 (RV 2020)

Siempre es posible mantener tu fe aunque haya circunstancias que te desalienten, por faltar la instrucción (en el estudio bíblico). ¿Sabes?, nunca tendrás los desánimos que tuvo Pablo (2 Corintios 11:24-28; Filipenses 1:15-20), sí puedes vivir tu fe.

Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. 

1 Corintios 15:57–58 (RV 2020)

Es en Jesucristo (nuestro Señor y Salvador) en quien Dios te permite la victoria, en medio de tus circunstancias, ser cristiano/a es estar firme en Él, constantes (avanzando) en la fe, creciendo (en Su conocimiento y servicio), por la obra que Él hace en ti.

Entonces, ¿por qué no permites que Dios construya en tu vida?, que pueda fortalecerte en Su fuerza cada día. Recuerda: estás en “lucha contra enemigos” los que son “fuerzas espirituales del mal”, permítete ser construido y revestido para vivir tu fe firme “contra los engaños del diablo”.

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Revestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no tenemos lucha contra enemigos de carne y hueso, sino contra autoridades, contra poderes, contra los señores que dominan este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal que están en las regiones celestes. 

Efesios 6:10–12 (RV 2020)

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