EXAMÍNAME


Señor, examina y reconoce mi corazón…

Salmo 139:23 (RVC)


Cada día, muchos con alguna enfermedad ponen en riesgo sus vidas. Y una  manera de llegar a la raíz del problema es por un examen interno. 


El Salmo 139 es como un viaje exploratorio. David expresa  la omnisciencia y omnipresencia de Dios. 

—> David pide a Dios que lo examine espiritualmente, íntimamente. 


—El conocimiento anticipado y perfecto de Dios nos examina. 

Señor, tú me has examinado y me conoces; tú sabes cuando me siento o me levanto; ¡desde lejos sabes todo lo que pienso! 

—Salmo 139:1–2 (RVC)


—Sólo Dios nos conoce desde lo más profundo, íntimamente. 

Me vigilas cuando camino y cuando descanso; ¡estás enterado de todo lo que hago! Todavía no tengo las palabras en la lengua, 

¡y tú, Señor, ya sabes lo que estoy por decir! 

—Salmo 139:3–4 (RVC)


—No podemos conocer plenamente la maldad en nuestros corazones. 

Dios mío, ¡quítales la vida a los malvados! ¡Aparta de mí a la gente violenta, a esos enemigos tuyos 

que blasfeman y se burlan de ti! 

Señor, tú sabes que odio a los que te odian, que mi enojo se enciende contra tus enemigos. 

—Salmo 139:19–21 (RVC)


—Pensamos que tenemos razón, pero estamos equivocados. 

Si quisiera esconderme en las tinieblas, y que se hiciera noche la luz que me rodea, ¡ni las tinieblas me esconderían de ti, pues para ti la noche es como el día! 

¡Para ti son lo mismo las tinieblas y la luz! 

—Salmo 139:11–12 (RVC)


—Es nuestro Dios. Creador de todo hombre. 

Aunque en lo íntimo me diste forma, 

y en lo más secreto me fui desarrollando, nada de mi cuerpo te fue desconocido. 

Con tus propios ojos viste mi embrión; todos los días de mi vida ya estaban en tu libro; antes de que me formaras, los anotaste, 

y no faltó uno solo de ellos. 

—Salmo 139:15–16 (RVC)


—Necesitamos abrirnos a Dios, buscar que Él nos escudriñe. 

Tu presencia me envuelve por completo; la palma de tu mano reposa sobre mí. Saber esto rebasa mi entendimiento; ¡es tan sublime que no alcanzo a comprenderlo! 

¿Dónde puedo esconderme de tu espíritu? 

¿Cómo podría huir de tu presencia? 

—Salmo 139:5–7 (RVC)


Hayamos un camino a la eternidad, en los planes de Dios. 

—> Él me guía a la salvación. 


Señor, examina y reconoce mi corazón: pon a prueba cada uno de mis pensamientos. 

Así verás si voy por mal camino, 

y me guiarás por el camino eterno. 

Salmo 139:23–24 (RVC)


#losolivosiglesiadecristo 

#losolivosidc

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sana doctrina apostólica

Feliz cumplimiento de nuestra esperanza

Mi sana comunión con Dios