VALIOSO PARA DIOS

¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 

Lucas 15:4 (RVC)

¿Cuál es mi valor? ¿Alguna vez pensé en eso? El mundo valora cinco cosas en una persona: Dinero, apariencia, talento, poder e inteligencia.

Pero Dios valora mi alma. Todos pueden tener una autoestima saludable y un sentido del valor personal. 

—> Soy valioso para Dios. 

—Es la razón por la que Jesús busca a la oveja perdida, hasta encontrarla. 

Y cuando la encuentra, gozoso la pone sobre sus hombros…

—Lucas 15:5 (RVC)

—Valiosos para Dios, desde el principio. 

Entonces dijo Dios: «¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza! ¡Que domine en toda la tierra sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos y las bestias, y sobre todo animal que repta sobre la tierra!» Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.

—Génesis 1:26–27 (RVC)

—Dios enseña que mi alma vale más que el mundo entero. 

Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué puede dar uno a cambio de su alma? 

—Mateo 16:26 (RVC)

—Valores personales disminuyen con la edad, mi alma se renueva día a día. 

Por lo tanto, no nos desanimamos. Y aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando de día en día. 

—2 Corintios 4:16 (RVC)

—Dios ve nuestro valor de una manera  asombrosa. 

¿Qué es el ser humano, para que en él pienses? ¿Qué es la humanidad, para que la tomes en cuenta? Hiciste al hombre poco menor que un dios, 

y lo colmaste de gloria y de honra. 

—Salmo 8:4–5 (RVC)

—Soy especial para Él, como su hijo. Cristo no se avergüenza de su hermano.  

Porque el mismo origen tienen el que santifica y los que son santificados. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos cuando dice: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos, Y en medio de la congregación te alabaré.»

—Hebreos 2:11–12 (RVC)

La oveja perdida soy yo (y tú). Dios busca cada persona perdida. Cuando la encuentra, hay gozo en el cielo. Obedece al Evangelio hoy. 

—> Soy valioso para Él. 

Les digo que así también será en el cielo: habrá más gozo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse. 

Lucas 15:7 (RVC)

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