OBEDIENTES A SU LLAMADO

El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, será condenado. 

Marcos 16:16 (RVC)

El llamado de Cristo consigue obrar el propósito de Dios para nuestra salvación. 

Creer y ser bautizado para ser salvo de condenación. Limpio por Su sangre. 

—> Recibe y obedece el llamado de Cristo. 

—Bautizado para quedar limpio de pecado. 

¿Qué esperas, entonces? ¡Levántate y bautízate, e invoca su nombre, para que quedes limpio de tus pecados!” 

—Hechos 22:16 (RVC)

—La bondad de Dios en nuestras vidas. 

Como esto llegó a oídos de la iglesia en Jerusalén, enviaron a Bernabé hasta Antioquía. Y cuando él llegó y constató la bondad de Dios, se alegró mucho y exhortó a todos a permanecer fieles al Señor, con todo el fervor de su corazón. 

—Hechos 11:22–23 (RVC)

—Revestido de Cristo, bautizado en Su Nombre. 

Porque todos ustedes, los que han sido bautizados en Cristo, están revestidos de Cristo. 

—Gálatas 3:27 (RVC)

—Edificado en Él, miembro de Su familia. 

Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, y están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, cuya principal piedra angular es Jesucristo mismo. 

—Efesios 2:19–20 (RVC)

—Amor a Jesucristo, y alcanzar la meta. 

Ustedes aman a Jesucristo sin haberlo visto, y creen en él aunque ahora no lo ven, y se alegran con gozo inefable y glorioso, porque están alcanzando la meta de su fe, que es la salvación. 

—1 Pedro 1:8–9 (RVC)

—Valor de Dios para anunciar el Evangelio. 

También saben que, a pesar de haber sufrido y de ser maltratados en Filipos, Dios nos dio el valor necesario para anunciarles su evangelio, aun en medio de grandes peligros. 

—1 Tesalonicenses 2:2 (RVC)

Somos llamados por el Señor para creer en Él y ser bautizados. Sepultados con Cristo. 

Resucitados para vivir una vida nueva, donde obremos la voluntad de Dios. 

—> Obedezco Su llamado para salvar mi alma. 

Porque por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que así como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. 

Romanos 6:4 (RVC)

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