RESPONDER A SU PALABRA

No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió. 

Josué 21:45 (RVR60)

Al poseer la tierra prometida, Israel conoce que la Palabra de Dios se ha cumplido en ellos. Todas Sus promesas. 

Desde el AT Dios ha probado ser fiel y el que cumple sus promesas. Hoy es igual. 

—> ¿Cómo no responder a Su Palabra?

—Recibir con mansedumbre la Palabra. 

Así que despójense de toda impureza y de tanta maldad, y reciban con mansedumbre la palabra sembrada, que tiene el poder de salvarlos. 

—Santiago 1:21 (RVC)

—Ser rápido para escuchar, nobles en recibir. 

Éstos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con mucha atención, y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era cierto lo que se les anunciaba. 

—Hechos 17:11 (RVC)

—Un discípulo verdadero permanece en Sus Palabras. 

Entonces Jesús dijo a los judíos que habían creído en él: «Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.» 

—Juan 8:31–32 (RVC)

—No añadir a Sus Palabras, todas son puras. 

Las palabras de Dios son todas puras; Dios es el escudo de quienes en él confían. No añadas a sus palabras, y él no te reprenderá, y tampoco resultarás un mentiroso.

—Proverbios 30:5–6 (RVC)

—Amar a Jesús o no; obedecer o no. 

Jesús le respondió: «El que me ama, obedecerá mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y con él nos quedaremos a vivir. El que no me ama, no obedece mis palabras; y la palabra que han oído no es mía, sino del Padre que me envió. 

—Juan 14:23–24 (RVC)

—Su Palabra permanece para siempre. 

Porque: «Todo hombre es como la hierba, Y toda su gloria es como una flor. La hierba se seca, y la flor se marchita, pero la palabra del Señor permanece para siempre.»

—1 Pedro 1:24–25 (RVC)

Porque hemos nacidos de nuevo por la Palabra divina, debemos responder a ella. 

Dios nos permite recibir Su Palabra para  conocerle y proceder a Su llamado. 

—> Respondo obediente a la Palabra de Dios. 

Por lo demás, hermanos, oren por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, tal como sucedió entre ustedes

2 Tesalonicenses 3:1 (RVC)

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