El yugo de esclavitud
Así pues, ¿por qué ponéis a prueba a Dios imponiendo sobre los discípulos una carga que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Lo que creemos es que, por la gracia del Señor Jesús, seremos salvos lo mismo que ellos.
Hechos 15:10–11 (RV 2020)
Un yugo une a dos, generalmente en el AT el equipo de animales que jalan un arado o un carro (Números 19:2). A menudo fue una carga impuesta (1 Reyes 12:4). En el NT se mencionan tres yugos espirituales, dos son una carga: el yugo desigual (2 Corintios 6:14-18) y el yugo de la Ley (Gálatas 5:1-4; Hechos 15:10-11); sólo uno es una bendición.
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué tienen en común la justicia con la injusticia? ¿Y qué tienen en común la luz con las tinieblas?
2 Corintios 6:14 (RV 2020)
Hoy, los cristianos del NT no tienen por qué estar unidos religiosamente a quienes no han hecho la voluntad del Padre (Mateo 7:21-23), que dicen “Señor, Señor” y no hacen lo que Él dice (Lucas 6:46); a saber, todo grupo denominacional desde el catolicismo, la primera apostasía en la iglesia (1 Timoteo 4:1-3).
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y aún preguntáis: «¿En qué te hemos robado?». En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al granero y haya alimento en mi Casa: Probadme ahora en esto, dice el Señor de los ejércitos, a ver si no os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Malaquías 3:8–10 (RV 2020)
En la mayoría de las denominaciones (“iglesias”) ¿acaso no usan el texto anterior para cargar este peso de los diezmos a los creyentes? Sin reparar en que el texto dice: “…porque vosotros, la nación toda, me habéis robado”, hablando exclusiva y específicamente de la nación de Israel y no de la iglesia del Señor.
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no volváis otra vez a estar presos en el yugo de la esclavitud.
Gálatas 5:1 (RV 2020)
Cuando judaizantes trataron de imponer la ley de Moisés a cristianos gentiles, Pedro dijo: "¿por qué ponéis a prueba a Dios imponiendo sobre los discípulos una carga… ?" (Hechos 15:10). Pablo lo llamó el "yugo de la esclavitud" (Gálatas 5:1). Aquellos que regresan a la Ley de Moisés en busca de autoridad religiosa están poniendo un "yugo de esclavitud" a los creyentes.
Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es de reposo para el Señor, tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día del sábado y lo santificó.
Éxodo 20:8–11 (RV 2020)
Los que guardan el sábado viven bajo el "yugo de esclavitud", católicos y otros que usan el libro de Levítico para su “sacerdocio” igual. Muchos, usando los Salmos para la música instrumental en la adoración también están bajo un "yugo de servidumbre", llevando una carga. Y Sus mandamientos “no son una carga…” (1 Juan 5:3).
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. Así pues, sabemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. Pues amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos; y sus mandamientos no son una carga…
1 Juan 5:1–3 (RV 2020)
Cuando el apóstol Pablo advirtió: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos” (2 Corintios 6:14). Explicó que la justicia y la iniquidad no tienen comunión; la luz y las tinieblas no tienen comunión; Cristo no está de acuerdo con Belial (2 Corintios 6:14-15). Por tanto, los creyentes y los incrédulos (quienes no andan en la fe de Cristo) no se juntan; el templo de Dios no está de acuerdo con los ídolos.
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Y vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo. Entonces yo os recibiré y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
2 Corintios 6:16–18 (RV 2020)
Hoy los cristianos del NT no tienen por qué estar unidos religiosamente a cualquier grupo o consorcio religioso entre las denominaciones, asistiendo o participando con ellos. Sino andar firmes en la fe del Evangelio.
Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.
Mateo 11:29–30 (RV 2020)
En lugar de ser una carga, el yugo que ofrece Cristo es una bendición. Quienes viven bajo la esclavitud del pecado pueden encontrar descanso. Él ayudará en la lucha contra Satanás, consolará en tiempos de dolor. Necesitas estar unido con Cristo, obedeciendo su voluntad (Marcos 16:16; 1 Juan 5:1-3). ¿Si estás unido a Cristo? Obedece a Su Evangelio para salvar tu alma.
Pero antes de que llegara la fe, estábamos cautivos bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro guía para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe. Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo un guía, porque todos sois hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús. Pues todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
Gálatas 3:23–27 (RV 2020)
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