Jesús, plan de Dios

 

Cantad al Señor cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra, su santo brazo, ha obtenido salvación. El Señor ha hecho notoria su salvación; a vista de las naciones ha descubierto su justicia. 

Salmo 98:1–2 (RV 2020)

Lo que habría hecho Dios con el hombre si no hubiera pecado no se revela en las Escrituras. El hombre ha pecado y Dios estuvo listo para revelar su salvación (Sal. 98:1-2). Desde el principio, Dios tenía un plan para redimir al hombre (Génesis 3:15).  Él nos eligió en Cristo "… antes de la fundación del mundo…" (Efesios 1:4). La múltiple sabiduría de Dios se manifiesta a través de la iglesia, Su propósito eterno en Cristo. 

Así, por medio de la iglesia, los principados y potestades que están en los cielos, ahora pueden conocer la multiforme sabiduría de Dios, conforme al propósito eterno que llevó a cabo por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.

Efesios 3:10–11 (RV 2020)

Jesús enseñó que en el juicio el Rey dirá a los de su derecha: "… heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo…" Pedro escribió que Cristo "… estaba destinado desde antes de la creación del mundo… " (1 Pedro 1:18-20). 

Luego el Rey dirá a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo…

Mateo 25:34 (RV 2020)

Estos pasajes, y muchos otros, enseñan que Dios tenía un plan; sobre el reino de Cristo (la iglesia del Señor), el mensaje del Evangelio, la salvación y la morada eterna en los cielos. Todo preparado para nosotros desde la eternidad y que este plan se resumió en Cristo, completa y totalmente. 

¡Alabado sea Dios por siempre!

¿Cómo no participar de Su plan creyendo y obedeciendo el mensaje del Evangelio, que salva mi alma del pecado? Necesitamos conocer Su voluntad, creer en Su Palabra y obrar nuestra fe según el plan que Dios tuvo desde la eternidad (antes de la fundación del mundo). 

Él, porque así lo quiso, nos dio a conocer el misterio de su voluntad, que de antemano tenía establecido para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo señalado: reunir en Cristo todas las cosas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra. 

Efesios 1:9–10 (RV 2020)

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