Una buena conciencia

 

Por esto procuro tener siempre una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres. 

Hechos 24:16 (RV 2020)

Aunque la conciencia no es una guía perfecta, no debe ser violada. Es esa parte de nosotros que no nos permite estar tranquilos cuando hicimos algo contrario a lo que nos han enseñado. 

Y aquel que se alimenta de leche es inexperto en la palabra de justicia, porque no es más que un niño. El alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. 

Hebreos 5:13–14 (RV 2020)

Los cristianos pueden hallarse entre dos estados de crecimiento: "niños" y "maduros"; los últimos "por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal". Deben discernir y no violar sus conciencias. 

Tú tienes la convicción que la fe te ha dado. Guárdala para ti mismo delante de Dios. Dichoso aquel que no se considera culpable con la decisión que toma. Pero el que duda sobre lo que come, se condena a sí mismo, porque no lo hace con la convicción que da la fe; y todo lo que no proviene de una convicción de fe, es pecado.

Romanos 14:22–23 (RV 2020)

Un cristiano sincero decide entre lo que está bien y lo que está mal. Nadie sabe todas las respuestas en toda situación, y nadie tiene la autoridad para decidir por ti. Es la voluntad de Dios la que decide todo asunto. 

Pero vosotros debéis comportaros como corresponde a los creyentes; por eso, ni siquiera habléis de inmoralidad sexual ni de ninguna clase de impureza o de avaricia. Tampoco digáis obscenidades, ni tonterías, ni palabras groseras, porque estas cosas no convienen; más bien, dad gracias a Dios. Sabéis muy bien que ningún inmoral o inmundo o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con ideas falsas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los que no lo obedecen.

Efesios 5:3–6 (RV 2020)

La Biblia dice claramente que algunas cosas están mal, y condena nuestra participación en ellas, nos advierte de nuestro destino final. Debemos decidir mantener una buena conciencia en cada aspecto de nuestra vida. 

Las obras de la carne son fáciles de reconocer, y son: adulterio, inmoralidad sexual, inmundicia, lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 

Gálatas 5:19–21 (RV 2020)

Cuando dudemos sobre cosas condenadas en la Biblia, porque no todas se mencionan (actos indecentes, pornografía, tipos de bailes, etc.) como pecado; jamás dejemos que hombres de conciencia cauterizada nos guíen, mintiéndonos con hipocresía. 

Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos renegarán de la fe y harán caso a espíritus engañadores y a doctrinas demoníacas, que actúan con hipocresía y mienten, pues tienen cauterizada la conciencia.

1 Timoteo 4:1–2 (RV 2020)

Dios es quien me aconseja con verdad en Su Palabra y usa mi conciencia para enseñarme lo correcto, Él debe ser mi soporte y compañía para no caer, debo mantener una limpia conciencia en Su presencia. 

Bendeciré al Señor que me aconseja; aun en las noches me enseña mi conciencia. Al Señor he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. 

Salmo 16:7–8 (RV 2020)

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