¿Cristo es mi Señor?

 

Jesús se acercó y les dijo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 

Mateo 28:18 (RVC)

El hecho de que Jesús sea nuestro Señor muestra que Él tiene autoridad y el derecho de gobernarnos; Su autoridad es la base de lo que los apóstoles, e incluso los cristianos de hoy deben predicar.

Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén. 

Mateo 28:19–20 (RVC)

Muchos hoy llaman a Jesús su Señor. ¿Pero, realmente lo tratan como Señor? Tristemente no lo hacen, fallan en tratar a Jesús como Señor. 

¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les mando hacer? Les voy a decir como quién es el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica: Es como quien, al construir una casa, cava hondo y pone los cimientos sobre la roca. En caso de una inundación, si el río golpea con ímpetu la casa, no logra sacudirla porque está asentada sobre la roca. 

Lucas 6:46–48 (RVC)

El punto de Jesús es claro: si uno no lo obedece, no tiene sentido para esta persona llamar a Jesús "Señor". La fe obediente del discípulo de Cristo, oye Sus palabras y las pone en práctica. Eso es todo. 

Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma; porque mi yugo es fácil, y mi carga es liviana.

Mateo 11:29–30 (RVC)

Debemos aprender de Cristo y su voluntad, un discípulo del Señor aprende Su verdad (Mateo 11:29), en humildad y mansedumbre. Uno debe ser bautizado para el perdón de sus pecados si no es un cristiano del NT. 

En el camino encontraron agua, y el eunuco dijo: «Aquí hay agua; ¿hay algo que me impida ser bautizado?» [Felipe le dijo: «Si crees de todo corazón, puedes ser bautizado.» Y el eunuco respondió: «Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.»] Y el eunuco mandó detener el carro, y ambos descendieron al agua y Felipe lo bautizó. 

Hechos 8:36–38 (RVC)

El bautismo marca la entrada en Cristo (Romanos 6:3-4) y resulta en el perdón de los pecados (Hechos 2:38; 22:16). Cristo no espera una obediencia a medias, Él manda que todos “observemos todo lo que (Él) mandó” (Mateo 28:20).

No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. En aquel día, muchos me dirán: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Pero yo les diré claramente: “Nunca los conocí. ¡Apártense de mí, obreros de la maldad!” 

Mateo 7:21–23 (RVC)

Si no hacemos la voluntad de Dios, no debemos reclamar el derecho de llamar a Cristo Señor, si no le servimos como Señor, no podemos esperar disfrutar de la salvación que Él da a “todos los que le obedecen” (Hebreos 5:9).

Aunque era Hijo, aprendió a obedecer mediante el sufrimiento; y una vez que alcanzó la perfección, llegó a ser el autor de la salvación eterna para todos los que le obedecen...

Hebreos 5:8–9 (RVC)

¿Por qué llamas a Cristo "Señor"? ¿Haces Su voluntad? Si es así, obedécelo fiel. Pero, si usas la palabra “Señor” como un nombre/título, o una exclamación emocional; arrepiéntete y haz lo que Cristo manda en Su Palabra.

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para la salvación de todos los hombres, y nos enseña que debemos renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y vivir en esta época de manera sobria, justa y piadosa...

Tito 2:11–12 (RVC)

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