Libres del pecado

 

Pedro les respondió: —Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesús el Cristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Hechos 2:38 (RV 2020)


Cuando buscamos aprender a ser libertados del pecado y su castigo, debemos ir a la enseñanza de Cristo y sus apóstoles. Aquí aprendemos que la fe en Dios y en Cristo es esencial (Hebreos 11:6, Juan 8:24)


Felipe respondió: —Si crees de todo corazón, puedes. Él respondió: —Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Mandó parar el carro, descendieron ambos al agua y Felipe le bautizó. Salieron del agua y el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco no le vio más, pero siguió gozoso su camino.

Hechos 8:37–39 (RV 2020)


Uno debe arrepentirse de sus pecados (Lucas 13:3, Hechos 17:30), confesar su fe en Jesús como Hijo de Dios (Mateo 10:2, Hechos 8:36-39, Romanos 10:9-10) y ser bautizado en agua en el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo para la remisión de los pecados.


Jesús se acercó y les dijo: —Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñadles a guardar todas las cosas que os he mandado. Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. 

Mateo 28:18–20 (RV 2020)


Para saber lo que se entiende por bautismo, observamos que Jesús fue bautizado y "subió enseguida del agua" (Mateo:3:16); tanto Felipe como el eunuco “bajaron al agua” donde se bautizó el eunuco, y ambos salieron del agua (Hechos 8:36). Es necesario ser sumergido, sepultado en agua. 


¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Porque por el bautismo somos sepultados juntamente con él en su muerte, para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. 

Romanos 6:3–4 (RV 2020)


Pablo describe la acción que tuvo lugar en el agua. Así, sabemos que el bautismo no es una aspersión o un vertido, sino una inmersión; un entierro en el agua. 


Con él fuisteis sepultados en el bautismo, y en él fuisteis también resucitados por la fe en la acción poderosa de Dios que lo levantó de los muertos. Antes vosotros estabais muertos en pecados y aún no habíais sido despojados de vuestra naturaleza humana, pero ahora Dios os ha dado vida juntamente con Cristo, y os ha perdonado todos los pecados. 

Colosenses 2:12–13 (RV 2020)


El bautismo se administra a personas creyentes, arrepentidas y obedientes al evangelio. Cuando eres bautizado en Cristo, comienzas una nueva vida y debes ser fiel hasta la muerte para ser salvo eternamente (Mateo 24:13, Apocalipsis 2:10; 1 Pedro1:5-11).


El que crea y sea bautizado será salvo, mas el que no crea será condenado.

Marcos 16:16 (RV 2020)


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