Estar “en Cristo”

 

Pues todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

Gálatas 3:27 (RV 2020)

Quienes han sido bautizados “en Cristo” (el NT enseña que llegamos a estar en Cristo, Romanos 6:3-4), están unidos con Él en Su muerte, para que “vivamos una vida nueva” limpios del pecado por Su sangre, obedeciendo al Evangelio.

Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.

Romanos 8:1 (RV 2020)

Quienes están fuera de Cristo no han obtenido perdón, salvación, o vida eterna, serán condenados por sus pecados. Necesito estar en Cristo para no sufrir del castigo por una vida que sólo satisface los deseos de la carne.

… cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles, con llamas de fuego, para darles el pago a los que no quieren conocer a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Su castigo será la perdición eterna, excluidos de la presencia del Señor y de su glorioso poder…

2 Tesalonicenses 1:7–9 (RV 2020)

Si una persona a oído acerca de Cristo pero no le ha obedecido, se encuentra fuera de Cristo; si no cambia pronto su condición, estará perdida eternamente. No buscó conocer a Dios, ni obedecer al Evangelio que salva (2 Tesalonicenses 1:8).

Él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. 

Colosenses 1:13–14 (RV 2020)

Dios es quien provee libertad “del poder de las tinieblas” y nos traslada el reino de Jesucristo; por el perdón de pecados, redimidos por Su sangre. Solamente si estamos “en Cristo”. Así es como llego a participar de la vida eterna (Romanos 6:23).

Respondieron Pedro y los apóstoles: —Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. Dios le ha enaltecido con su diestra elevándole a Príncipe y Salvador para ofrecer a Israel la conversión y el perdón de pecados.

Hechos 5:29–31 (RV 2020)

Obedecemos a Dios antes que a alguna persona o doctrina humana, para alcanzar la salvación de nuestras almas. Ofrecido por nuestro Salvador, el perdón de pecados. ¿Por qué necesito estar en Cristo? Porque todos pecamos, necesitamos a Cristo. 

… por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. Pero son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.

Romanos 3:23–24 (RV 2020)

El NT es claro al enseñar que cuando una persona está “en Cristo” obtiene: “redención” (Romanos 3:24), “vida eterna” (Romanos 6:23), “toda bendición espiritual” (Efesios 1:3), y “perdón” de pecados (Colosenses 1:14).

Por tanto, todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos también consigan la salvación que es en Cristo Jesús y participen de la gloria eterna. Esto que digo es muy cierto: Si morimos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si le negamos, él también nos negará; si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo. 

2 Timoteo 2:10–13 (RV 2020)

Pablo, que sufrió porque alcancemos la salvación “en Cristo” y participemos de Su gloria, nos exhorta: que si morimos con Cristo, viviremos con Él. Sufriendo, reinaremos con Cristo. Él es fiel, no podemos negarlo., porque nos negará.

¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Porque por el bautismo somos sepultados juntamente con él en su muerte, para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. 

Romanos 6:3–4 (RV 2020)

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