Lazos y adversidad

 

Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como si fuerais vosotros los maltratados. 

Hebreos 13:3 (RV 2020)

La injusticia en este mundo hace la vida menos sencilla y pacífica, a causa del pecado; la maldad humana que sigue “la corriente de este mundo, y conforme al príncipe del poder del aire” (Efesios 2:2), el diablo, nuestro tenaz adversario.

Como el seol y el Abadón nunca se sacian, así los ojos del hombre nunca están satisfechos. En el crisol se prueba la plata, en el horno el oro, y al hombre en la boca del que le alaba. Aunque majes al necio en un mortero, entre granos de trigo majados con el pisón, no se apartará de él su necedad. 

Proverbios 27:20–22 (RV 2020)

La necedad y la maldad son fruto del pecado continuo, que se opone a la voluntad de Dios para una vida sana, espiritual y en paz. Así, los cristianos en Hebreos 13:3 fueron presos a causa de predicar el Evangelio y sufrían injusticia.

Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí con ropas ásperas; afligí con ayuno mi alma y en mi interior no cesaba de orar. Como por mi compañero, como por mi hermano andaba; como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba. Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; se juntaron contra mí gentes despreciables y yo no lo entendía; 

me despedazaban sin descanso…

Salmo 35:13–15 (RV 2020)

¿Te ha pasado, cuando haces el bien a alguien (y a otros), son ellos mismas los que pagan con maldad sobre tu vida?; se juntan y alegran (burlan) de tu mal tiempo, por verte caído, y no entiendes; malos, te despedazan “sin descanso”.

Mira la obra de Dios. ¿Quién podrá enderezar lo que él torció? En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto el uno como el otro, a fin de que nadie sepa qué trae el futuro. Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece pese a su justicia, y hay malvado que, pese a su maldad, alarga sus días. 

Eclesiastés 7:13–15 (RV 2020)

Salomón dice: “en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto el uno como el otro, a fin de que nadie sepa qué trae el futuro”.  No siendo “permisivo” con la maldad, ni buscando “probar” a nadie, Dios tiene propósitos sobre nuestra vida (Santiago 1:12-15)

Engaño hay en el corazón de los que maquinan el mal, pero alegría en el de quienes aconsejan el bien. Ninguna adversidad le acontecerá al justo, pero los malvados serán colmados de males. Los labios mentirosos son abominables para el Señor, pero le complacen quienes actúan con verdad. 

Proverbios 12:20–22 (RV 2020)

Si actuamos con verdad y justicia, obrando la voluntad divina, ninguna adversidad nos debe alcanzar. Dios se complace de mi vida cuando actúo con verdad; y será Él quien obre Su juicio en quienes viven haciendo maldad a otros.

Si estos, que se habían escapado de la contaminación del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, se dejan de nuevo enredar y vencer por esa contaminación, su último estado viene a ser peor que el primero. Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que volverse atrás después de haber conocido el santo mandamiento que les fue dado.

2 Pedro 2:20–21 (RV 2020)

No olvidemos a los que están en lazos y  adversidad (Hebreos 13:3), en tiempos del NT los cristianos sufrían así; hoy, algunos viven en la adversidad a causa de Satanás (Job 1:1-7), obra la maldad contra nuestra salvación. Se fiel en la fe de Jesucristo y vivirás.

Dijo también el Señor: —Simón, Simón, Satanás os ha reclamado para zarandearos como si fuerais trigo, pero yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca…

Lucas 22:31–32 (RV 2020)

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