Relaciones pacíficas

 


Cuando vio Joram a Jehú, dijo: —¿Vienes en son paz, Jehú? Él respondió: —¿Qué paz puede haber con las fornicaciones de Jezabel, tu madre, y sus muchas hechicerías? 

2º Reyes 9:22 (RV 2020)


En un pueblo lleno de actos contra los designios de Dios, ¿puede haber paz? Es la pregunta de Jehú (nombrado rey por Dios), por los actos inmorales y la idolatría que Jezabel motivó y alentó en Israel. Si reina el pecado, no hay paz.


Vosotros, estabais muertos en vuestros delitos y pecados. Era otro tiempo en el que vivíais siguiendo la corriente de este mundo, y conforme al príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los incrédulos. Entre ellos vivíamos también todos nosotros en otro tiempo, y seguíamos los deseos de nuestra naturaleza humana, y hacíamos lo que nuestra naturaleza y nuestros pensamientos nos llevaban a hacer. Éramos por naturaleza objetos de ira, como también los demás. 

Efesios 2:1–3 (RV 2020)


Sin ser de Cristo, los efesios estaban muertos en sus delitos y pecados, ellos tenían vida física, pero su espíritu no. El apóstol Pablo también se incluye (v. 3), cuando estuvo fuera de la voluntad de Dios; objetos de ira divina por el pecado.


También a vosotros, que erais en otro tiempo extraños y enemigos tanto por vuestros pensamientos como por vuestras malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo físico, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; siempre y cuando permanezcáis fundados y firmes en la fe, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro. 

Colosenses 1:21–23 (RV 2020)


Los colosenses igualmente antes, en el pecado, eran “enemigos y extraños” a Dios; a causa de su obra pecaminosa y pensamientos, “…hacíamos lo que nuestra naturaleza y nuestros pensamientos nos llevaban a hacer” (Efesios 2:3)


Hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se fortalecieron para la verdad en la tierra, porque de mal en mal procedieron. «Me han desconocido», dice el Señor. Guárdese cada cual de su compañero y en ningún hermano tenga confianza, porque todo hermano engaña falazmente, y todo compañero anda calumniando. Cada uno engaña a su compañero y ninguno dice la verdad. Han acostumbrado su lengua a decir mentiras y se ocupan de actuar perversamente. Su morada está en medio del engaño; engañadores como son, no quisieron conocerme, dice el Señor. 

Jeremías 9:3–6 (RV 2020)


Israel se engañaba en su pecado, decía que había paz entre ellos y no había (Jeremías 6:14, 8:11-12), sin vergüenza “en lo más mínimo” de pecar. Su vida en mentiras y su “actuar perversamente”; porque no quisieron conocer a Dios. 


Y curan la herida de la hija de mi pueblo con liviandad, y le dicen: «Paz, paz», ¡y no hay paz! ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente, no se han avergonzado en lo más mínimo, ¡ni saben lo que es la vergüenza! Caerán, por tanto, entre los que caigan; cuando los castigue caerán, 

dice el Señor. Los eliminaré del todo, 

dice el Señor. No quedarán uvas en la vid ni higos en la higuera, y se caerá la hoja, y lo que les he dado pasará de ellos. 

Jeremías 8:11–13 (RV 2020)


 Sólo la sabiduría divina produce la paz, que es "pura, después pacífica, amable, llena de misericordia y de buenos frutos; es imparcial y sincera" (Santiago 3:17). Está mal a los ojos de Dios gritar "¡paz, paz!", y no hay paz (Ezequiel 13:15-16).


No paguéis a nadie mal por mal; procurad hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todo el mundo. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, mejor dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.   

Romanos 12:17–19 (RV 2020)


En medio de un desacuerdo, es mejor que el resultado no se dé por la defensa egoísta. Debes ser una persona honesta y considerable; se nos manda "buscar la paz" (Hebreos 12:14) y orar por "llevar una vida tranquila y pacífica" (1 Timoteo 2:1-2). 


Abominable es para el Señor todo altivo de corazón; ciertamente, no quedará impune. Con misericordia y verdad se corrige el pecado; con el temor del Señor los hombres se apartan del mal. Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aun a sus enemigos los pone en paz con él. 

Proverbios 16:5–7 (RV 2020)


Nuestras vidas deberían ser paraísos de paz (Proverbios 11:29; 15:17; 17:1). En Cristo, dando lo mejor de mí por tener relaciones pacíficas, con hermanos en la iglesia (Romanos 14:16-19; Efesios 4:1-3) y quienes me rodean (Romanos 12:17-18). Porque en Él todo es posible.


Pero la sabiduría que viene de lo alto es en primer lugar pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos; es imparcial y sincera. Y el fruto de la justicia se siembra en paz para los que trabajan por la paz. 

Santiago 3:17–18 (RV 2020)


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