Un día, Él viene


 

¡Vengo pronto! Traigo mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según lo que haya hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. 

Apocalipsis 22:12–13 (RV 2020)


Amar la venida del Señor es lo que se espera de todo cristiano, quien espera su corona de justicia (2 Timoteo 4:8). También se espera que cada primer día de la semana, tú y yo (en comunión espiritual) comamos del pan y bebamos del jugo de uva; Pablo afirma que cada vez que hacemos esto "anunciamos la muerte del Señor hasta que Él venga". 


Así pues, todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. 

1 Corintios 11:26 (RV 2020)


Sí, cada primer día de la semana "predicamos" la muerte de Cristo abiertamente mientras participamos de la Cena del Señor. Katangellete, del griego "anunciar” (proclamar), significa "declarar abiertamente, predicar". Entonces, no deberíamos descuidar la importancia de esta conmemoración y el efecto espiritual que logra en nosotros y en quienes reciben este anuncio.


Acerquémonos, pues, con corazón sincero, llenos de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la esperanza que profesamos, porque fiel es el que ha hecho la promesa. Y tengámonos en cuenta unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; al contrario, animémonos unos a otros, y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. 

Hebreos 10:22–25 (RV 2020)


Mientras proclamamos Su muerte, predicamos en silencio que Dios ama a todos (Romanos 5:8); que Jesús vive (Colosenses 3:1–2) y que Él es el Salvador (1 Juan 4:14); que Jesucristo es Rey (Colosenses 1:13–14) y un día volverá (Hebreos 9:28).


Cuando proclamas la muerte de Jesús "hasta que Él venga", afirmas tu fe de que Jesús volverá por ti. Piensa con cuidado lo que anuncias (o predicas en silencio), y las verdades eternas que están asociadas con la muerte de Cristo, mientras tomas la Cena del Señor: Sí, un día, ¡Él viene!


Y de la manera que está establecido que todos los seres humanos mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos. Luego aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan. 

Hebreos 9:27–28 (RV 2020)


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