Marcando una diferencia

 

Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todo el mundo. Y es manifiesto que sois una carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. 

2 Corintios 3:2–3 (RV 2020)

Los cristianos (como Cristo mismo) son un mensaje para este mundo, cartas… “conocidas y leídas por todo el mundo”. Jesucristo es el mensaje del Evangelio, nosotros somos quienes llevamos este mismo mensaje a otros; cartas escritas “con el Espíritu del Dios vivo” y en “tablas de carne del corazón”.

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué la sazonaréis? No sirve ya para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por la gente. 

Mateo 5:13 (RV 2020)

Jesús enseñó que somos la sal de la tierra, pero algunos/as cristianos/as piensan que están solos/as y lo que dicen o hacen no importa, que no es posible marcar una diferencia; la sal se usa para preservar, puedes ser muy útil. La Biblia enseña el poder de nuestra influencia, para lo malo o para el bien, por esta razón se nos manda estar “limpios” para ser “nuevos” en Cristo.

No es bueno vuestro orgullo. ¿No sabéis que con un poquito de levadura fermenta toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, así como sois, sin levadura. Porque nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.  

1 Corintios 5:6–8 (RV 2020)

Puedes hacer una diferencia en cada lugar en que te encuentres, en tu escuela, en tu trabajo, en tu hogar, y en la iglesia del Señor. Puedes ser un ejemplo santo para Dios (primero) y para los hombres (luego). Los/as cristianos/as son una luz en este mundo, que no debe ser escondida, sino que ilumine a todos.

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa. 

Mateo 5:14–15 (RV 2020)

Mientras vas por esta vida puedes hacer la voluntad de Dios, alumbra con tu luz. Este es el mandato para ti y para todo/a hijo/a de Dios. Debes irradiar tu luz “delante de los demás”, así se puedan ver tus buenas obras, las que Dios ha preparado de antemano “para que vivamos de acuerdo con ellas” (Efesios 2:10)

Dios es glorificado a través de tu servicio fiel a Su voluntad, “revestidos de las armas de la luz” (Romanos 13:12); porque somos “luz en el Señor” debemos vivir “como hijos de luz” (Efesios 5:8). Tú puedes marcar una diferencia en este mundo de tinieblas.

Así alumbre vuestra luz delante de los demás, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. 

Mateo 5:16 (RV 2020)

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