¿No debería buscar a Dios?

 

Solo al Señor de los ejércitos tened por santo; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo. Entonces él será vuestro santuario. Pero para las dos casas de Israel, será una piedra de tropiezo, que los hará caer; y para los habitantes de Jerusalén será un lazo y una red. 

Isaías 8:13–14 (RV 2020)

Innumerables personas buscan la guía de aquellos que afirman tener la capacidad de comunicarse con los muertos. Se gastan grandes cantidades de dinero buscando a los muertos. Israel no hizo diferente, en lugar que Dios sea su temor, miedo y santuario, el pueblo infiel fue a consultar a los muertos.

Si os dicen: «Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran cuando hablan», responded: «¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?». ¡A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no les ha amanecido. 

Isaías 8:19–20 (RV 2020)

Su proceder fue irónico (hoy, aún lo es para quienes hacen lo mismo), estas personas se niegan a buscar al Dios vivo, el que tiene la verdadera luz, y la verdad. Jesús oró al Padre por la bendición de ser santificados en Su Palabra, la única verdad (Juan 17:17), Él nos santifica en la verdad del Evangelio para ser Sus hermanos.

Porque tanto el que santifica como los que son santificados, proceden del mismo Padre. Por eso él no se avergüenza de llamarlos hermanos, cuando dice: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré. Y otra vez dice: Yo confiaré en él. Y de nuevo: Aquí estoy yo con los hijos que Dios me dio. 

Hebreos 2:11–13 (RV 2020)

Pero, Israel cayó más y más en la inutilidad de la oscuridad. A menos que vayamos a las Escrituras de Dios y hablemos “conforme a las palabras de Dios" (1 Pedro 4:11), sin siquiera “pensar más allá de lo que está escrito” (1 Corintios 4:6), tampoco hay (ni habrá) luz en nosotros. Como pasó a Israel, sólo existe la oscuridad del pecado y la muerte.

Muchos de ellos tropezarán, caerán y quedarán destrozados; se enredarán y serán apresados. Ata el testimonio, 

sella la instrucción entre mis discípulos. 

Isaías 8:15–16 (RV 2020)

Aunque pudieron no pasar por estas condiciones “atando el testimonio” y “sellando la instrucción” divina, ellos sufrieron las consecuencias de no buscar a Dios. En esas condiciones de vivir en su pecado maldijeron al rey “y a su Dios”, levantando “el rostro con altivez” (orgullo humano).

Pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, y acontecerá que, a causa del hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, mientras levantan el rostro con altivez. Y mirarán a la tierra, y verán tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y quedarán sumidos en las tinieblas. 

Isaías 8:21–22 (RV 2020)

¿Por qué no buscar a Dios?, en quien sí debo esperar; aunque hoy me encuentre viviendo entre los “hijos de desobediencia” (Efesios 2:2-3 RV60), quienes viven en pecado, bajo el “príncipe de la potestad del aire” (Satanás); siendo “por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”. 

¿Qué haces tú?, ¿esperas (con fe, temor y en Su luz) a Dios? Debes confiar en Él, necesitas buscar a Dios para llevar adelante una vida con propósito, segura y haciendo Su voluntad para salvación.

Esperaré, pues, al Señor, el cual ha escondido su rostro de la casa de Jacob. En él confiaré. 

Isaías 8:17 (RV 2020)

#losolivosiglesiadecristo

#losolivosidc