Ser bautizados en Cristo
Hay un cuerpo y un Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la cual fuisteis llamados, según la vocación que habéis recibido. Hay un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que está por encima de todos, actúa por medio de todos y está en todos.
Efesios 4:4–6 (RV 2020)
La Biblia revela un único bautismo para el perdón de los pecados (Efesios 4:5), cuando obedeces al Evangelio (así obras la voluntad de Dios), alcanzas la salvación; llegas a ser un/a hijo/a de Dios siendo bautizado/a en Cristo; no es una condición de “fe solamente”, sino como enseñan las Escrituras, es obedecer a la fe que “nos salva por la resurrección de Jesucristo”.
… cuando se alargaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas por medio del agua. Esto es una imagen del bautismo que ahora nos salva, el cual no consiste en quitar las impurezas del cuerpo, sino en comprometerse ante Dios de tener una conciencia limpia. Y nos salva por la resurrección de Jesucristo…
1 Pedro 3:20–21 (RV 2020)
¿Pero, quién debe ser bautizado?: Cada persona que vive en el pecado, ya que cada alma le pertenece a Dios (Ezequiel 18:4, 20), y “sólo el que peque merece la muerte” (por su pecado), nadie paga el pecado de otro (ni el hijo del padre, o viceversa). Deben ser bautizados todos quienes con gusto reciben la Palabra de Dios para obedecerla (Hechos 2:41).
Y si preguntáis: «¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre?», la respuesta es: como el hijo actuó conforme al derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, sin duda vivirá. El alma que peque, esa morirá. El hijo no llevará el pecado del padre ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo recaerá sobre él y la impiedad del impío recaerá sobre él.
Ezequiel 18:19–20 (RV 2020)
Bautizo es un entierro (no es un “rociamiento”, tampoco aspersión, Romanos 6:4), es una sepultura con Cristo en su muerte, para entrar al reino de Dios (medio: el agua Juan 3:5). Es ser sepultados y resucitados con Cristo (Colosenses 2:12), siendo levantados como un/a nuevo/a hombre/mujer (Romanos 6:5-6), lavados los pecados por Su sangre (Apocalipsis 1:5), engendrados por Dios (Juan 1:13).
La Palabra estaba en el mundo y el mundo fue hecho por medio de ella, pero el mundo no la conoció. Vino a lo suyo, pero los suyos no la recibieron. Mas a todos los que la recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, hijos no engendrados de sangre ni por voluntad de carne ni por voluntad de varón, sino hijos de Dios.
Juan 1:10–13 (RV 2020)
Al obedecer el Evangelio (como los cristianos romanos lo hicieron) todos son “bautizados en Cristo Jesús”, siendo “bautizados en su muerte” (Romanos 6:3), “para que el cuerpo del pecado sea destruido, y que no sirvamos más al pecado” (Romanos 6:6); en el Evangelio obra el poder de Dios para salvación, para el que cree y obra su fe (Romanos 1:16-17).
¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Porque por el bautismo somos sepultados juntamente con él en su muerte, para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si hemos sido plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección. Sabemos que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, y que no sirvamos más al pecado.
Romanos 6:3–6 (RV 2020)
Entonces, el bautismo es para quienes creen y obedecen al Evangelio (Marcos 16:15–16), quienes reciben y obedecen el mandato de Jesús de ser bautizados (Mateo 28:19–20), los que desean estar “salvo de esta perversa generación” (Hechos 2:40); los que van a pertenecer a la iglesia del Señor (Hechos 2:42, 47)
Con otras muchas palabras daba testimonio y los exhortaba diciendo: —Poneos a salvo de esta perversa generación. Los que aceptaron su palabra fueron bautizados. Aquel día se añadieron alrededor de tres mil personas. Se mantenían fieles a las enseñanzas de los apóstoles y en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Hechos 2:40–42 (RV 2020)
El acto más importante en mi vida es ser bautizado en Cristo. Si creo en Jesús, le creo a Dios (quien envió a Su Hijo por amor a nosotros —para salvarnos, Juan 3:16-17) y me bautizo en Cristo para la salvación de mi alma.
Si aún no has obedecido el llamado de Jesús, ven y obedece al Evangelio, si crees en Él y eres bautizado/a serás salvo/a; y si no… condenado/a. Dios te ama y espera por ti; como ama a cada cristiano/a que es fiel al Evangelio.
Y les dijo: —Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, mas el que no crea será condenado.
Marcos 16:15–16 (RV 2020)
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