Una resurrección

 

Y de la manera que está establecido que todos los seres humanos mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos. Luego aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan. 

Hebreos 9:27–28 (RV 2020)

No todos esperan la venida de Cristo, así como nadie espera la muerte física (mientras hay vida), pero, como ya fue establecido por Dios que todos mueran y de allí el juicio final, así Cristo vendrá por Su iglesia (los que le esperan, Apocalipsis 22:17, 20). Ese día habrá una resurrección (Juan 5:28-29; 11:24), “tanto de justos como de injustos”.

Sin embargo te confieso esto: que sirvo al Dios de mis padres según el Camino que ellos llaman secta. Creo en todo lo que está escrito en la Ley y en los Profetas, y tengo, como ellos, la misma esperanza en Dios de que ha de haber resurrección de los muertos, tanto de justos como de injustos. Por esto procuro tener siempre una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres. 

Hechos 24:14–16 (RV 2020)

Nadie conoce el tiempo de Su venida (Marcos 13:32), por eso Jesús dejó instrucciones a Sus discípulos: estad atentos, velad y orad (mandamientos), lo mismo le dijo a todos (Marcos 13:37). El enfoque del Señor es que ninguno/a se encuentre desprevenido, sino que estén listos/as para irse con Él.

Pero nadie sabe cuando será el día y la hora, ni aun los ángeles que están en el cielo ni el mismo Hijo, sino solo el Padre. Estad atentos, velad y orad, porque no sabéis cuándo llegará ese tiempo. Es como el hombre que yéndose lejos dejó su casa y dio autoridad a sus siervos, encomendando a cada uno un trabajo. Al portero le mandó que velase. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la mañana, 36 para que cuando venga de repente no os halle durmiendo. Y lo que os digo a vosotros se lo digo a todos: Velad. 

Marcos 13:32–37 (RV 2020)

Y todos los muertos serán resucitados (Hechos 24:15), porque la muerte física no es el fin de las cosas (Eclesiastés 12:7). Y nos encontraremos con el Señor en el aire (1 Tesalonicensesi 4:16-17), porque Jesucristo no pisará esta tierra de nuevo para establecer “su reino terrenal” (error doctrinal).

Y así como llevamos la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial. Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. Prestad atención, os digo un misterio: No todos moriremos; pero todos seremos transformados, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final. Porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción y que esto mortal se vista de inmortalidad. 

1 Corintios 15:49–53 (RV 2020)

El nuevo cuerpo que resucitará estará “vestido” de incorrupción e inmortalidad (1 Corintios 15:54), en ese día la muerte será destruida por la victoria; la muerte no tendrá “aguijón”, ni el sepulcro saldrá “victorioso” (1 Corintios 15:55), sino la vida eterna. ¿Estás listo/a para el día de la resurrección? ¿Saldrás de esa tumba para ir con el Señor a la salvación, o para la condenación eterna? (Juan 5:28-29).

Debo oír el llamado de Jesús y creer en obediencia a Dios (quien le envió), para tener la vida eterna (Juan 5:24), y no ser condenado con quienes no oyen, ni creen (no obedecen) y no desean venir a Cristo para tener vida (Juan 3:19-20). Ven a Jesús hoy, escucha Su llamado, obedece al Evangelio, sé fiel cada día, y estarás listo/a para el día de la resurrección.

Cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: La muerte ha sido destruida por la victoria. 

1 Corintios 15:54 (RV 2020)

#losolivosiglesiadecristo

#losolivosidc