Caminar como hijos e hijas de Dios

 

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. 

Efesios 5:1–2 (RVR60)

Una vida cristiana se describe a menudo como un caminar o un andar, esta es una palabra clave en la epístola a los Efesios y sugiere cómo debe ser nuestra forma de vida diaria; siempre debe ser como conviene a los santos (Efesios 5:3), como corresponde a los creyentes.

Pero vosotros debéis comportaros como corresponde a los creyentes; por eso, ni siquiera habléis de inmoralidad sexual ni de ninguna clase de impureza o de avaricia. Tampoco digáis obscenidades, ni tonterías, ni palabras groseras, porque estas cosas no convienen; más bien, dad gracias a Dios. Sabéis muy bien que ningún inmoral o inmundo o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 

Efesios 5:3–5 (RV 2020)

Entonces, se espera que un/a cristiano/a camine en buenas obras (Efesios 2:10) en obras de fe (Hechos 9:36; 1 Timoteo 6:18; 2 Timoteo 3:17; Tito 2:7, 14; 3:8), y caminar en toda obra de fe, en obediencia (Hebreos 10:24). ¿Caminamos en buenas obras cada día en Jesucristo?

Yo, pues, que estoy preso por causa del Señor, os ruego que os comportéis como es digno del llamamiento que habéis recibido. Sed humildes y amables; sed tolerantes y soportaos unos a otros con amor. Procurad mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. 

Efesios 4:1–3 (RV 2020)

Debemos caminar siendo dignos del Señor y de nuestra vocación (o llamado), vivir en el evangelio por el que somos llamados (2 Tesalonicenses 2:14). Nuestro caminar diario deberá tener el mismo valor que el evangelio que nos ha llamado. ¿Vivo la vida digna que exige el evangelio?

Así que esto os digo y os pido en el Señor: que ya no viváis como los gentiles, que viven de acuerdo a su mente vacía, con el entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de Dios por su ignorancia y por la dureza de su corazón. 

Efesios 4:17–18 (RV 2020)

¿Sabes?, esto implica no vivir o andar tras la carne, porque no debemos caminar como caminan los pecadores (Efesios 4:17-24), porque muchos/as cristianos/as se comprometen más con el mundo a diario y caminan tras la carne, deciden vivir en las obras de la carne (Gálatas 5:19-21).

Nosotros lo amamos a él porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: «El que ama a Dios, ame también a su hermano».  

1 Juan 4:19–21 (RV 2020)

Debemos caminar en amor (Efesios 5:2) y significa tener en nuestras vidas una disposición correcta de amor, amar a Dios y amar a nuestro/a hermano/a en el Señor. En el amor que enseña la Palabra de Dios (1 Juan 4:7-12, 16, 19-21). Si puedes caminar o vivir amando a Dios y a otros/as.

En otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; vivid como hijos de luz, porque el fruto del Espíritu se manifiesta en bondad, justicia y verdad, y comprobad lo que es agradable al Señor. 

Efesios 5:8–10 (RV 2020)

En el pecado caminábamos en "tinieblas", el ser "hijos de la luz" o hijos de Dios (1 Juan 1:5) debemos caminar en Su luz. Porque vivir en la luz es la base de la comunión con Dios y con los cristianos (1 Juan 1:6-7). Jesús es la luz del mundo (Juan 8:12; 9:5). 

¿Caminas como un/a hijo/a de luz?, una de las formas en que caminamos mejor es “redimiendo el tiempo” (Efesios 5:16), hacer un uso prudente de cada momento; y no hay mejor lugar para caminar que en el Señor Jesucristo, ven hoy a Él.

¡Tened, pues, cuidado de vuestra manera de vivir! Ya no viváis como necios sino como sabios, y aprovechad bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, al contrario, tratad de entender cuál es la voluntad de Dios. 

Efesios 5:15–17 (RV 2020)

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