La mirada de Dios sobre mí
Desde los cielos miró el Señor; vio a todos los seres humanos; desde el lugar de su morada miró sobre todos los habitantes de la tierra. Él formó el corazón de todos ellos; atento está a todas sus obras.
Salmo 33:13–15 (RV 2020)
Sí, la mirada de Dios está sobre todo ser humano, Él permanece atento a cada realidad y tipo de condición en nuestra vida. La Palabra de Dios enseña sobre la mirada de Dios, que está llena de gracia (Génesis 6:8; Efesios 2:8; Tito 2:11; 1 Corintios 15:10).
Porque Dios vigila la conducta humana, y ve todos sus pasos.
Job 34:21 (RV 2020)
Y, Su mirada está sobre mí, para “vigilar” mi conducta (al ver cómo decido conducir mi vida hoy), Él ve cada paso que doy mientras viva. El enfoque del contexto es dar un juicio justo por cada decisión, no hay nada que pueda esconderse ante Su presencia.
No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se puedan esconder los que hacen el mal. No carga, pues, él al ser humano más de lo justo, para que comparezca con Dios a juicio.
Job 34:22–23 (RV 2020)
Ya que la visión de Dios está en todo lugar (2 Crónicas 16:9; Salmo 139:7-8; Zacarías 4:10), debo obrar según Su voluntad para mi vida; Dios siempre va a contemplar lo malo y lo bueno (Proverbios 15:3; 5:21; Job 34:21; Jeremías 32:19), debo vivir bien.
Los caminos del ser humano están ante los ojos del Señor, y él examina todas sus veredas. Al malvado lo atrapan sus propios delitos, las redes de su pecado lo aprisionan. Él morirá por falta de disciplina y errará por lo inmenso de su locura.
Proverbios 5:21–23 (RV 2020)
Sí, los ojos de Dios están atentos a nuestros caminos, examinando por dónde nos conducimos, ni uno debería vivir “atrapado/a” ni “enredado/a” en pecados; debes recordar que Su vista está sobre los justos (Salmo 34:15; 1 Pedro 3:12; Job 36:7; Isaías 59:1-2).
No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición. Al contrario, bendecid, pues sabéis que fuisteis llamados a heredar bendición, porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal y sus labios de la mentira; apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala. Pues los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
1 Pedro 3:9–12 (RV 2020)
Por estas razones el mandato divino para todo hijo e hija de Dios: “refrene su lengua de mal y sus labios de la mentira; apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala” (1 Pedro 3:10-11). Sí, Sus ojos están sobre los justos y Sus oídos atentos.
Si soy un/a cristiano/a, necesito poner mi mirada en las cosas celestiales, así como la mirada de Dios está sobre mí ahora, porque… “habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:3). Así, un día estaremos con Cristo en gloria eterna, no te lo pierdas.
Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Poned la mira en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Colosenses 3:1–4 (RV 2020)
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