UN DISCURSO PURO

Tú has examinado mi corazón; por las noches has venido a verme. ¡Ponme a prueba, que nada malo hallarás! ¡Nada malo han pronunciado mis labios! 

Salmo 17:3 (RVC)

Propósito importante para todos: Mantener un discurso puro. 

No permitir que nuestro hablar resulte en profanar Su nombre. 

—> Dios examina mi corazón, mi vida. 

—Usa tu discurso para anunciar la alabanza de Dios. 

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 

—1 Pedro 2:9 (RVC)

—El nombre de Dios debe ser santificado. 

Por eso, ustedes deben orar así: “Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 

—Mateo 6:9 (RVC)

—El examen de Dios siendo continuo. 

Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón. Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y ando en tu verdad. 

—Salmo 26:2–3 (RVR60)

—Mi discurso debe ser siempre con gracia. 

Procuren que su conversación siempre sea agradable y de buen gusto, para que den a cada uno la respuesta debida. 

—Colosenses 4:6 (RVC)

—¿Bendición y maldición de la misma boca?

Con la lengua bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los seres humanos, que han sido creados a imagen de Dios.  De la misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos míos, ¡esto no puede seguir así! 

—Santiago 3:9–10 (RVC)

—No hablar mal de ningún hombre. Que no difamen a nadie ni sean pendencieros, sino amables; que muestren toda mansedumbre para con todos los hombres. 

—Tito 3:2 (RVC)

—Usemos palabras sanas. 

Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; preséntate tú mismo en todo como ejemplo de buenas obras y muestra en la enseñanza integridad y seriedad, con palabras sanas e irreprochables, de modo que el adversario se avergüence y no tenga nada malo que decir de ustedes. 

—Tito 2:6–8 (RVC)

En Cristo participamos de una nueva naturaleza, dada por Dios. 

Usa palabras que sean de alabanza a Dios y llevando Su Gracia. 

—> Sus propósitos se obran en mi vida, siendo fiel. 

Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.

Tito 1:15 (RVR60)

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