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Mostrando entradas de octubre, 2024

¡Llamados a ser de Jesucristo!

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También sabéis cómo os hemos exhortado y consolado a cada uno de vosotros, tal como lo hace el padre con sus hijos; y os hemos reclamado vivir como es digno de Dios, que os llamó a su Reino y gloria.  1 Tesalonicenses 2:11–12 (RV 2020) Por amor a Jesucristo el apóstol Pablo comunica el llamado para obedecer a la fe (Romanos 1:5), este llamado debe transformar nuestras vidas, a vivir “como es digno de Dios”, útiles al servir a Cristo (1 Pedro 1:22-23; 2:9); Dios nos llamó a Su reino y Gloria. Yo, pues, que estoy preso por causa del Señor, os ruego que os comportéis como es digno del llamamiento que habéis recibido. Sed humildes y amables; sed tolerantes y soportaos unos a otros con amor. Procurad mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.  Efesios 4:1–3 (RV 2020) El ruego de Pablo a los cristianos es porque vivan de manera digna del llamado recibido (Efesios 4:1). Sí, a vivir humildes, amables; con soporte inter-dependiente (unos a otros) y tolerancia; procurando (esfuerzo

Vivir para Sus propósitos

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Ahora está turbada mi alma. ¿Voy a decir: Padre, sálvame de esta tribulación? Pero si precisamente he venido para vivir esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: —Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez.  Juan 12:27–28 (RV 2020 Jesús oró el domingo antes de su muerte (el viernes), Él supo lo que le esperaba y estuvo dispuesto a hacer la voluntad de Dios (Hebreos 10:7); sufriría la agonía de la cruz, con todo el maltrato y castigo previos. Sí, esta fue la mayor prueba jamás enfrentada.  Por lo cual, al entrar en el mundo dice : Sacrificio y ofrenda no quisiste, mas me diste un cuerpo.   Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.   Entonces dije: «He aquí, vengo, Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí».  Hebreos 10:5–7 (RV 2020) Y, a pesar de todo Su sufrimiento, Jesús siguió adelante por redimir a los hombres de su pecado. Él honró la voluntad del Padre y se sometió en amor a ser humillado, al horrible

¿Presunsión de hablar por Dios?

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  Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.  Deuteronomio 12:32 (RV 2020) Desde el AT Dios dejó claro que en cuanto a Sus palabras Su pueblo debía cuidarse de hacer todo, sin cambios (según Su mandato). Hoy, los grupos religiosos engañan al decir que hablan por Dios, sus doctrinas demuestran que no hacen lo que Él mandó. Sus profetas recubrían con lodo suelto, pues profetizaban vanidad y predecían mentira cuando decían: «Así ha dicho el Señor», y el Señor no había hablado. El pueblo de la tierra oprimía y robaba; al afligido y necesitado hacía violencia y al extranjero oprimía contra derecho. Busqué entre ellos un hombre que levantara una muralla y que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyera, pero no lo hallé. Por tanto, he derramado sobre ellos mi ira. Con el ardor de mi ira los he consumido; los he de castigar por su mala conducta, dice el Señor.  Ezequiel 22:28–31 (RV 2020) Ya desde el Pacto

¿Agradecido/a con Dios?

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  Y todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, y dad gracias a Dios Padre por medio de él.  Colosenses 3:17 (RV 2020) ¿Sabes?, Dios “es quien da vida y aliento a todos y a todo" (Hechos 17:25). Él es Dador de "todo don bueno y todo don perfecto" (Santiago 1:17); que siempre estés agradecido/a con Él es lo correcto, y debes serlo en todo “porque esta es la voluntad de Dios… “ para contigo y todos. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.  1 Tesalonicenses 5:18 (RV 2020) Estar agradecido/a es bueno, no sólo porque es correcto y tiene promesa del favor de Dios, sino que es bueno debido a que Él obra Su voluntad en ti a través de tus acciones de gratitud diarias, donde Su paz guarda tu corazón y pensamientos “en Cristo Jesús”. No estéis preocupados por nada, sino más bien, dad a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz d